Un Chelsea que comenzó falto de creatividad pero que encontró la magia y la efectividad en el segundo tiempo logró en Stamford Bridge un 1-0 ante un Oporto que terminó desbaratado en el arranque de la Champions. Bajo una lluvia despiadada, Stamford Bridge echó de menos un poco más de imaginación por parte de los 'blues'. Al menos, durante un acto inicial de intentos sin remate y de momentos malgastados.
Eso sí, ocasiones hubo por parte de ambos adversarios. Al meta del Chelsea, Petr Cech, le tocó ponerse las pilas a los 5 minutos del encuentro. Un despiste de la defensa inglesa y al portero checo no le quedó otra que emplearse a fondo para parar un balón de Hulk con las rodillas.
Organizados y sin los servicios del portugués Jose Bosinwa y del marfileño Didier Drogba, ya que ambos cumplían una sanción que coleaba de la pasada temporada europea, los discípulos del italiano Carlo Ancelotti no tardaron en esgrimir una ofensiva decente en este acto inicial. Internadas en abundancia, amagos a la meta del Oporto pero sin conclusiones numéricas en esta mitad.
Dos minutos después del susto inicial que se llevó el cancerbero anfitrión, un Frank Lampard totalmente desmarcado amagaba con un remate de cabeza a pocos metros de los feudos portugueses a un inesperado pase de Kalou que salvó Helton. También el francés Nicolas Anelka disfrutaba de otro intento de poner a su equipo por delante con un balón que abortó el zaguero del Oporto Rolando a los 18 minutos. Un tira y afloja en el que el Chelsea infundía algo más de respeto.
Intercambio de golpes
Pasada la media hora, un disparo de cabeza de Guarin por la banda izquierda ponía en alerta a Petr Cech en una notable ocasión para el conjunto visitante. Y dentro de este esquema de acción-reacción, la oportunidad lusa fue precedida por otra inglesa, orquestada esta vez por el galo Florent Malouda, que recogió un pase de su compatriota Nicolas Anelka.
En general, fue un primer tiempo con paridad de intentonas por parte de ambos rivales en el que el Chelsea gozó de mayor porcentaje de posesión, arrinconó más a su rival, y en el que el Oporto se mostró peligroso en las juegas a la contra. Sí es cierto que la plantilla de Ancelotti dio un impulso visible justo antes del descanso con una bonita combinación de pases que comenzó en Essien, pasó por Lampard y culminó en Kalou para infligir presión a la defensa portuguesa.
Resuelve Anelka
El once de Jesualdo Ferreira replicó al repentino esfuerzo 'blue' con un prometedor remate de cabeza de Raul Meireles que alcanzó sin grandes aspavientos Cech. La situación cambió de color para el Chelsea pasado el descanso. Tuvieron que pasar 48 minutos para que la formación británica se pusiera por delante. Lo hicieron gracias a un disparo de Anelka, el hombre que volvió a la titularidad gracias a la sanción a Droga, y que vio cómo un primer intento era rechazado por Helton.
El gol del hombre francés dio impulso al once de Ancelotti, que empezó a encadenar ocasiones, de Malouda, de Kalou. Y en cuestión de minutos, el Chelsea daba la vuelta al guión que empezaba en la primera mitad. El Oporto fue de mal en peor. No logró remontar y perdió ya en el último minuto a Fernando, por doble amarilla.
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