A Nacho González se le quedaron las puertas del Valencia abiertas sobre la bocina. A petición de Emery, el uruguayo pensó hasta última hora en una cesión en busca de los minutos que aquí, a priori, le iba a resultar muy difícil coger. Al final, no llegó ninguna oferta y el mediocentro se quedó en la plantilla. Un camino paralelo recorrió hace un año Maduro, quien se empeñó en quedarse y, a base de trabajo, acabó convenciendo a Emery, que le convirtió en su comodín durante la temporada.
Mientras encara la recta final de la recuperación de sus problemas físicos, el uruguayo mantiene la esperanza de hacerse un hueco en los planes del técnico vasco. Y, para esto, Nacho tiene muy claro quién debe ser su ejemplo. "Mucha gente me ha contado el caso de Hedwiges y me da moral, por supuesto. En el mundo del fútbol, cada mes de septiembre encontramos muchos ejemplos pero éste lo tenemos muy cerca y se parecen en que es un momento en el que el entrenador no te conoce, empieza la competición y no te queda otra que tratar de convencerle con mucho trabajo", explica el charrúa, que escucha atentamente cómo Maduro recuerda su caso: "El entrenador era nuevo, yo me perdí toda la pretemporada por jugar los Juegos Olímpicos y me negué a salir sin que me viese. Afortunadamente, todo salió bien y disputé muchos partidos".
Maduro acabó la pasada campaña recibiendo elogios de su entrenador, que llegó a afirmar que el holandés era "un ejemplo de superación" y le comparó con "el agua que erosiona poco a poco la roca" para lograr su objetivo. Así, Maduro puede explicarle a Nacho las claves del éxito que supuso entrar en los planes de un entrenador que no le quería al principio: "Lo principal es creérselo, tener mentalidad ganadora, trabajar duro y no bajar nunca los brazos. Aunque sabes que lo tienes difícil de inicio, cada día has de venir a trabajar con muchas ganas y alegría, pensando en ponerte fuerte físicamente para ayudar al equipo y estar a disposición del entrenador". Escuchado esto, la ilusión crece aún más en un Nacho González que tiene claro cuál debe ser su 'hoja de ruta' para acabar jugando en el Valencia: "Lo primero de todo es recuperarme físicamente y completar con normalidad los entrenamientos, porque será en las pruebas que haga el míster donde mejor podré mostrar lo que soy capaz de hacer. Ahí soy optimista, tengo muchas ganas y sueño con el momento en el que debute en competición oficial con el Valencia. Esto podría suceder, si el entrenador quiere, dentro de tres o cuatro semanas, cuando creo que ya estaré en condiciones y a su disposición".
Nacho es un jugador más del Valencia pero, al mismo tiempo, es consciente de que podría serlo del Celtic de Glasgow si se hubiera concretado las negociaciones que se abrieron el último día del mercado veraniego. Un 31 de agosto que el uruguayo todavía tiene muy presente: "Esas últimas horas fueron de locos. Sabía que el club quería cederme y faltaba encontrar un destino. Fernando me llamó y me habló de la posibilidad del Celtic, pero faltaba la oferta formal, que al final no llegó. Esa tarde llegué a cambiar el chip y, tras hablar con mi familia y mi representante, me vi en Glasgow, con cambio radical de clima y fútbol incluidos".
Curiosamente, Nacho González y Maduro son dos jugadores complementarios que podrían formar un doble pivote de garantías en algún momento de la temporada. Una idea que, sin duda, sería visto por buenos ojos por los dos protagonistas. "Es posible. Hay muchos partidos este año, con tres competiciones por delante, y seguro que Nacho tendrá sus oportunidades. Si juega conmigo, lo haremos de la mejor forma posible", indica Maduro. "Sería algo lindo, porque significaría que estoy ahí y, por supuesto, también Hedwiges, al que veo trabajar todos los días a mi lado".
Enero. Teniendo en cuenta la gran competencia que existe en el plantel ché y que podrían tener menos oportunidades de las deseadas, aunque esto no ha hecho más que empezar, los dos tienen presente que el mercado de invierno podría ser una vía de escape a un principio de temporada con pocos minutos. "Todavía es muy pronto pero, claro, si me quedo muchos partidos fuera, entonces tendré que pensármelo. Eso será en diciembre y enero", reconoce un Maduro con quien coincide Nacho: "Yo quiero ponerme bien y buscar minutos. Si no los tengo y lo mejor es que salga en enero, lo veremos entonces sin problemas. Lo importante es jugar".
Selección. Estamos en temporada pre Mundial y Nacho, hasta su lesión, era uno de los fijos de la Celeste que dirige Tabares. Y la posibilidad de acudir a una cita así está en su mente: "Con la lesión me perdí muchos partidos y eso me dio rabia. Hablo con algunos compañeros y me cuentan. Vienen duelos decisivos para ir al Mundial y me gustaría volver para los que jugamos en octubre".
También Maduro, fijo en todas las inferiores de Holanda, sueña con Suráfrica: "Sería maravilloso y es mi objetivo. El míster ya me dijo que debía jugar con mi equipo, que es mi objetivo principal".
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