Con el objetivo de la Champions prácticamente cumplido, el Barcelona de Pep Guardiola viaja a Polonia casi más pendiente del estreno liguero que de la incómoda y ya innecesaria visita a tierras polacas. El 4-0 de la ida hace del choque ante el Wisla un mero trámite en el que el conjunto azulgrana, sin embargo, deberá repetir la buena imagen mostrada en el Camp Nou. De no ser así, el arranque del campeonato doméstico se presentaría con mayor tensión de la necesaria.
Decantada de antemano la eliminatoria del lado culé, la noticia del encuentro se centra en una convocatoria en la que regresa el brasileño Dani Alves, aparentemente recuperado de su lesión en el partido de ida, y en la que no está el argentino Leo Messi, que ya volvió de su aventura olímpica y que descansará con vistas al encuentro del próximo domingo ante el Numancia.
No es necesaria la presencia de la 'pulga' en un partido al que, por si fuera poco, el rival acude con bajas sensibles. El argentino Cantoro así como Sobolewski y Glowacki serán las ausencias que el líder polaco deberá superar para lograr algo que se antoja una auténtica quimera.
Tan sólo las condiciones climatológicas o la falta de motivación del equipo español, podrían sumarle interés a un partido que sólo servirá para acelerar el rodaje de la maquinaria azulgrana. Y es que la Liga está a la vuelta de la esquina...
Fuente:Marca