La gran esperanza para el Madrid es hijo de un culé.

Marcelo tiene los días contados en el Real Madrid o, por lo menos, en el once titular de Manuel Pellegrini. La nefasta actuación que protagonizó en el Sánchez Pizjuán le pasará factura y, por mucho que la directiva haya salido en su defensa, lo cierto es que existe confianza cero hacía el brasileño.

En el Bernabéu ya se busca sustituto para el lateral zurdo y, sorprendentemente, se hace dentro de la casa. El Madrid no quiere invertir más dinero en fichajes y ha depositado todas sus esperanzas en el joven Marcos Alonso. El lateral izquierdo ya se ha entrenado con el primer equipo y espera su oportunidad. Hasta aquí, todo sería normal –canterano que alterna filial y primer equipo– si no estuviéramos hablando del tercer eslabón de una histórica saga de futbolistas. Su padre, Marcos Alonso, defendió la camiseta de Racing de Santander, Atlético de Madrid y Logroñés y militó durante cinco temporadas en el FC Barcelona. Fue uno de los jugadores más destacados de la década de los años ochenta... aunque no fue el primer Marcos Alonso del fútbol. Unas décadas antes, su padre, es decir, el abuelo del actual canterano del Real Madrid, levantó hasta cinco Copas de Europa con el conjunto blanco.

Ahora, su nieto pelea por convertirse en digno sucesor de aquel ‘Marquitos’ que arrasó en los años cincuenta en el Santiago Bernabéu. Condiciones no le faltan. Corpulento y físicamente muy potente, a sus 18 años es internacional indiscutible en las categorías inferiores de la selección y tiene todos los números para convertirse en el refuerzo invernal que tanto ansía Pellegrini para la defensa madridista.

El primer paso ya está hecho, ahora sólo hace falta esperar la llamada que le catapulte definitivamente al primer nivel.