Como seleccionador de Francia, ¿qué le ha parecido el descenso de su país a la Segunda División en el próximo Mundial? Será complicado contar con sólo seis ciclistas...
Esta decisión es el resultado del escaso nivel competitivo de nuestros corredores, nada más y nada menos. Para mí ha supuesto una muy mala noticia, pero la clasificación por naciones de la Unión Ciclista Internacional (UCI) no engaña: estamos en el puesto 13º, por lo tanto hay doce países mejores que nosotros y no se puede hacer nada más.
Ahora su trabajo le resultará más fácil.Sí, va a ser más sencillo elegir a seis ciclistas, pero mucho más difícil estar a la altura de las expectativas que se crean en Francia y acudir a Mendrisio con un equipo que pueda luchar por las medallas.
Desde que estalló el Caso Festina, en el 98, apenas han surgido corredores de nivel en Francia. ¿Se debe al ciclismo de dos
velocidades, a que los suyos van limpios?No existen dos velocidades, así que no debe servirnos de excusa. Hemos perdido la cultura ganadora, no han surgido líderes desde que nos retiramos Virenque y yo. Los mejores son Chavanel y Fedrigo, el resto centra sus objetivos en llevarse una etapa en el Tour o en carreras francesas, no tienen motivación para competir a lo grande.
(Desde que Hinault conquistó el Tour en 1985, ningún francés ha vuelto a reinar en París).
¿Los propios corredores franceses se han acomodado por la ausencia de retos?Sí, sus equipos no les exigen y ellos se vuelven cómodos. Si no logran buenos resultados, lo pagan ellos y lo paga Francia. Espero que la situación cambie en el futuro, con la llegada de jóvenes con hambre.
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