El Hércules se aleja del ascenso y el Celta celebra el punto.
Jugando a ser hipócrita se podría empezar esta crónica diciendo que el penalti fallado por Farinós enterró las opciones de ascenso del Hércules en el último segundo. Es difícil resistirse a escribir que el lanzamiento al poste de Farinós podía haber cambiado el destino de un equipo que el año que viene volverá a jugar en Segunda salvo hecatombe del Tenerife o el Zaragoza. Y es difícil porque fue un final de película, de guionista perverso y rebuscado: un equipo que lucha por el ascenso, el otro que llega al campo del protagonista fortachón con el agua al cuello. Sin embargo, lo zarandea en la primera parte del film. Luego, ante una multitud entregada, el que se juega la gloria consigue remontar y en la última escena tiene la espada en la mano para rematar al que se quema en el infierno. Y de repente: 'Tac'. El sonido del impacto del balón en el palo derecho de la puerta de Falcón quebró los corazones de la masa y levantó del suelo a un actor secundario que ya se veía jugándose la vida ante el Alavés.
El final, cruel para el Hércules y liberador para el Celta, fue de los que ocurren una vez cada mucho tiempo. Sin embargo, no se puede centrar el análisis del partido en la última jugada desgraciada de Farinós. El Hércules dio demasiadas facilidades a un Celta que salió a por el empate pero que en la segunda parte se vio con el triunfo. Y eso que todo se le había puesto de cara. En el 18', Farinós transformó un penalti y el triunfo se veía fácil. Nada más lejos de la realidad. Enseguida Ghilas empató y Edu Moya se lo puso todo cuesta arriba al Hércules. Delibasic inició la remontada inculminada en la última jugada de la primera parte pero Farinós falló en la última del partido.
Eusebio
"El empate es justo y hemos tenido ocasiones para ganar. Tenemos la salvación en nuestras manos y nos vamos a preparar con todo nuestro alma para lograrlo".
Mandiá
"El final ha sido demasiado cruel e injusto para nosotros. Teníamos muchas esperanzas puestas en este partido. El vestuario está hecho polvo. Merecíamos otro final".
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