Todo el partido entre el Milán y el Nápoles se concentró en los cinco últimos minutos. Para empezar, el Nápoles fue castigado en el minuto 85 con un rigurosísimo penalti, después de que un defensa tocara el balón con la mano, medio de espaldas a la pelota. Kaká fue el encargado del lanzamiento, pero el portero del Nápoles adivinó la intención del brasileño y paró el balón. En la siguiente jugada llegó el gol. Ronaldinho lanzó una falta desde la banda izquierda, con rosca, que un jugador del Nápoles, Denis, tocó lo justo con la cabeza para introducir el balón en su propia portería. Con ese autogol, el Nápoles, que se había quedado con diez, perdió el partido. Tres puntos para el Milán que le hacen nuevo líder en Italia.
Fuente:As.com