El Atlético de Madrid cerró con empate su tercera prueba de pretemporada, un partido correcto del equipo rojiblanco, de nuevo brillante en su ataque, demasiado generoso por momentos en su defensa, y al que un polémico penalti en el último minuto le impidió iniciar con victoria el Torneo de Amsterdam (3-3).
Esa acción, cuando ya disfrutaba con un nuevo triunfo en su preparación para la previa de la Liga de Campeones, dejó en tablas un choque competido y con una destacable actuación del ataque atlético, en el que Agüero, Maxi y Simao firmaron los tres goles.
No comenzó bien el duelo para el Atlético, que en apenas 8 minutos encajó el 1-0, marcado por Cvitanich, y que sufrió en el arranque del choque en defensa, donde el técnico probó con la pareja de centrales formada por Juanito y Perea y donde Luis Suárez fue una preocupación constante.
La actividad del delantero charrúa del Ajax, que luego se encontró con los reflejos de Asenjo en una buena oportunidad dentro del área, generó mucha inquietud en la zaga madrileña, demasiado imprecisa en el inicio del encuentro, pero que, al igual que todo el equipo, mejoró tras unos momentos de agobio defensivo.
Necesitó más de un cuarto de hora para superar la presión de su rival y para aparecer por la portería de Stekelenburg con dos disparos de Maxi Rodríguez, con muchas ganas en su primera presencia en el once inicial en esta pretemporada y que sirvió el 1-1 desde la banda derecha.
Una apertura de Cléber Santana le habilitó en ese carril, desde el que puso un centro raso al área hacia la entrada de Agüero y que finalmente, tras un rechace fallido de Stekelenburg y un toque fortuito en Wielart, empujó a la red Simao.
Pegada a escena
No esperó mucho más el Atlético para tomar ventaja. Una nueva demostración de su capacidad atacante, en una conexión perfecta entre Forlán, con un pase a la espalda de la zaga, y Agüero, que, en el área, se deshizo de Van der Wiel y batió a Stekelenburg, convirtió el 1-2 antes del descanso.
Sus delanteros son una garantía. No tanto su defensa, que hoy repitió errores pasados, uno decisivo para la igualada del Ajax en la segunda parte, cuando un fallido despeje de Heitinga, que, con todo a favor y sin oposición, apenas rozó la pelota y dejó el balón a Sulejmani, que puso el 2-2 en la cabeza de Rommedahl.
Discutible pena máxima
La respuesta del Atlético fue inmediata. No había aparecido casi en la segunda mitad por la portería rival, pero sólo lo necesitó una vez después del empate para desnivelar de nuevo el encuentro: Agüero, rodeado de cuatro futbolistas, encontró el hueco justo para la llegada de Maxi Rodríguez, que no perdonó ante Stekelenburg.
El 2-3 parecía definitivo, pese a los intentos finales del equipo holandés, hasta que una internada de Rommedahl, ya en el último minuto, acabó en un discutible penalti transformado por Luis Suárez y evitó el triunfo del Atlético, que completó un partido correcto, brillante en ataque, pero demasiado permisivo en defensa.
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