Veintiocho disparos contra la portería de Gorka han convertido el sueño copero del Athletic en una realidad preocupante. El Barcelona, su rival en la final, que venía de cuatro partidos seguidos sin ganar, recuperó el poderío en el momento justo, volvió a presionar allá donde lastima y de un mismo golpe recupera la autoestima para dos competiciones: por lo dicho en la Copa y porque se sitúa a seis puntos del Real Madrid en la Liga.
El resultado no puede ser más engañoso. Suerte tuvo el Athletic de que Samuel Etoo no marcara, unas veces por su tozudez, producto de que suma cuatro partidos a cero (sin contar el del miércoles, en Mallorca, donde descans dos veces, porque se lo negaron los postes; y otras, porque Gorka estuvo rápido y acertado. De no haberse sumado estos factores, el Barça habría apalizado al león resacoso del jolgorio copero.
Estreno de Sergio. La primera ocasión clara del partido fue para Yeste, que se quedó solo ante Valdés y disparó desviado, como hicieron otros compañeros suyos en los restantes cuatro tiros en toda la noche. El Barça, en cambio, dio a la primera: sirvió Xavi un centro desde la izquierda y cabeceó, muy suelto, Sergio Busquets, en su estreno goleador en la Liga. A falta de apariciones de Messi, Etoo y Henry, buena es la aportación del mediocampo.
La siguiente tuvo que ver con el árbitro: Iniesta se asomó al área, Gurpegi puso la pierna y el blaugrana se tiró, lo que Undiano entendió como penalti. Tiró Messi, Gorka fue hacia el otro lado. El 2-0 era mucho premio y rompía definitivamente el partido.
Pero el Barça fue una aplanadora en la segunda parte. La entrada de Toquero por Llorente no aportó nada, a medida que crecía la figura de Messi (forzó seis faltas de las que pitaron a los rojiblancos) y se achicaba la de los defensas del Athletic. Xavi siguió manejando los hilos del partido, más cómodo cuando está Iniesta, y pudo ser un festival de no haber sido por lo dicho. Pero no era la noche de Etoo, que topó con los postes, Gorka y su ansiedad.
El detalle: Puyol, baja por tres semanas
No acabó el partido el capitán del Barça. En el minuto 89, tras un salto, cayó en mala posición y se llevó las manos al tobillo izquierdo. El diagnóstico médico dice que padece un esguince de grado dos y el pronóstico, que estará tres semanas de baja.
Fuente:As