Después de ganarlo prácticamente todo como futbolista, a Thierry Henry le queda poco que demostrar. El delantero francés del FC Barcelona echó la vista atrás a su vida en una entrevista en 'The Sun' que no tiene desperdicio. Habló de su infancia, de su padre, de su situación actual y de cómo su hija ha cambiado sus preferencias.
"Nací en Les Ulis, un suburbio de París, y en la calle he aprendido muchísimas cosas. Tantas que, si pudiese, me gustaría poder revivir cada instante que viví allí", explica el '12' blaugrana.
"Si me he convertido en el hombre que soy ahora se lo debo a mi padre. He visto cosas realmente horribles en mi infancia, pero por suerte he tenido a mis padres cerca. No conseguía entender por qué mis amigos podía salir por la noche y yo no. Me cabreaba mucho con esto, pero hoy esos mismos amigos están todos en prisión. Mis padres han sido muy duros conmigo, pero por ellos he conseguido ser alguien, porque crecer en un suburbio como el mío no es fácil", asegura Henry.
El punta galo recuerda que gracias al fútbol pudo abstenerse de vivir situaciones complicadas. "El fútbol ha sido mi vía de escape de aquella vida y si he comenzado a jugar fue por culpa de mi padre. Al principio, mi único objetivo era hacerlo feliz, porque me daba cuenta de que cuando me llevaba a jugar, él iba más contento que yo".
"En Inglaterra me han preguntado muchas veces por qué soy tan poco expresivo cuando marco un gol. Pues bien, hubo un día, cuando tenía 10 años, en el que marqué seis goles en un partido y a la vuelta con mi padre en el coche vi que estaba muy serio. Me preguntó si estaba satisfecho con el partido que había hecho, le dije que sí y él me ennumeró todos los errores que había cometido. Ha sido siempre así en cada partido, nunca me ha elogiado y me ha educado con la idea de mejorar siempre. Para algunos puedo pasar por una persona aburrida, pero simplemente no comprendo toda la euforia que rodea al fútbol", relata Henry.
"Mi hija me ha cambiado"
El futbolista insiste en que, pese a todo, no es tan distinto al resto. "Es lógico que me sienta un privilegiado, porque hay gente que se levanta a las 5 de la mañana para ir a trabajar y que detesta lo que hace, pero no se puede juzgar a una persona sólo por su trabajo. Juego desde hace 15 temporadas, pero sigo siendo una persona como las demás, con mis días buenos y malos y con los mismos problemas de todos. Antes es verdad que me cabreaba por nada, pero ahora me controlo más y ha sido mi hija quien me ha cambiado. Es indesribible la emoción que siento cuando la abrazo. Una vez, mis únicas prioridades eran el fútbol y mi carrera pero ahora, en cambio, no es así. Por esto tengo miedo a morir, aunque sepa que es algo que le ocurre a todos".
Por último, Henry avisa de que no el día de colgar las botas no está lejos. "Mi carrera terminará pronto, para un delantero las cosas van más deprisa. Nunca he corrido tanto como en Barcelona, físicamente estoy bien, pero es el contorno, los viajes, desplazamientos... Es por esta razón por la que aquellos que dicen que estoy acabado no van muy desencaminados.
Fuente:Marca.com