Marsella montó un dispositivo de seguridad sin precedentes para que el Atlético tuviera una visita cómoda. Más de mil policías velaron por la integridad de los rojiblancos, que no tuvieron ningún incidente. La expedición colchonera partió a las 10:30 de Barajas con una pequeña mala noticia. Finalmente, los seis policías españoles no se desplazaron a la ciudad gala. La Gendarmería no contempló su presencia dado que no se trasladó con el equipo ningún seguidor. Así que, los tres policías nacionales, los dos miembros de Unidad de Intervención y el coordinador de seguridad no se subieron al avión pese a estar ya en el aeropuerto.
Llegada. El Atlético llegó a Marsella a las 12:15 y ya sobre la pista se pudo observar una fortísima presencia de agentes del orden. Desde allí mismo partió el convoy con 30 vehículos de la Policía (coches celulares, motocicletas, furgonetas e incluso un helicóptero). El destacamento abarcaba más de un kilómetro de longitud, por lo que los agentes cortaron todos los accesos de la autovía desde el aeropuerto Marignane hasta el hotel Radisson, donde se alojó el equipo.
Nada más llegar los medios fuimos requeridos para una reunión de seguridad en la que se nos previno de que íbamos a gozar del mismo dispositivo que el equipo para llegar al estadio. De primera mano se pudo comprobar el espectacular dispositivo con 120 agentes en los alrededores del hotel. Además, se recomendó a los periodistas que no salieran del recinto, por precaución. Astiazarán, presidente de la Liga, también destacó que no hubiera incidentes: "Nunca viví un partido con tantos parámetros de seguridad". Todo el despliegue policial tenía un gran punto de atención: la manifestación prevista en los aledaños del estadio por más de 5.000 hinchas marselleses. Finalmente la noticia que llegó al filo de las 16:00 horas calmó los ánimos e incluso la desmovilizó. La libertad bajo fianza de Mirasierra llegó como un soplo de aire para la expedición.
El que no mejoró las cosas fue el Marsella, con un protocolo más que deficiente. Diouf no acudió a la comida de directivas. Luego, las cosas no mejoraron en el palco, ya que Enrique Cerezo y López Viejo, consejero de deportes de la Comunidad de Madrid, fueron colocados cinco filas más atrás que Diouf y no a al lado del presidente francés, como es habitual.
Reacción. Con respecto a Santos, Cerezo dijo: "Estamos contentos con que se haya resuelto. No tenemos nada que ver con lo que haga la Justicia. Tan sólo hemos venido a jugar un partido". Albert Soler, presidente de la Comisión Antiviolencia y director de deportes del CSD reconoció: "La decisión con respecto a Mirasierra ha influido en los ánimos e incluso en los jugadores que se podían haber contagiado por una atmósfera muy tensa". Finalmente, el Atlético no tuvo ningún problema en su traslado de vuelta al aeropuerto de Marsella y concluyó su viaje sin mayores problemas.
Fuente:Diario as.com