El fútbol volvió a demostar en El Madrigal que es un juego de instantes. El Betis dominó toda la primera mitad, en la que creó varias ocasiones de gol, para marcharse con un solo gol de ventaja, conseguido por Damiá tras un gran centro de Mark González. Al Villarreal, sin embargo, le bastaron un par de arreones mediada la segunda mitad para remontar. Hasta entonces, Casto apenas había aparecido más que para detener balones fáciles. No se había visto exigido. A los de Pellegrini les dio igual. Impuso su autoridad y en dos minutos tumbó a su rival. Un cabezazo de Gonzalo y el oportunismo de Llorente fueron suficientes. El Betis recordará las ocasiones falladas en la primera parte. El Villarreal se quedará con el típico partido que acaba ganando el grande.
La primera parte del Betis fue seguramente lo mejor del equipo verdiblanco en lo que va de Liga BBVA, junto a parte del segundo tiempo disputado en el Camp Nou. El Betis desconectó al Villarreal, uno de los equipos mejor armados de toda Europa, y le puso en mil problemas. Damiá le dio un mal rato de Javi Venta y Mark González a Ángel, mientras que los mediocentros y los centrales amarillos tuvieron problemas para detectar a Emana y José Mari. El Betis se hinchó a crear situaciones de gol.
El gol de Damiá se veía venir, pues el Villarreal parecía otro equipo. Ibagaza y Cazorla apenas tocaron el balón, porque Eguren y Senna no le daban la salida habitual. Ni por juego colectivo, ni por pequeñas asociaciones ni tampoco metiendo balones en el área. Los de Pellegrini estaban desenchufados. Entre tanto, el Betis llegaba y se sentía cómodo. Damiá sorprendió a Javi Venta y al resto de la defensa tras un pase de Mark González de los que hace daño, entre los dos centrales. El interior derecha marcó según venía.
El Betis se asusta
Al descanso, la victoria era justa, pero el 0-1 escaso, pues en diez minutos el Betis rondó el gol al menos en cuatro ocasiones. Rossi sacó el balón bajo palos un par de veces, Emana perdonó tras robarle la cartera a Eguren y Diego López también hizo alguna de las suyas. El meta del Villarreal está a la altura de los mejores y volvió a demostrarlo. Y si él vio el peligro de cerca, su homólogo Casto apenas lo olió de lejos. De poco le sirvió. En cuanto el Villarreal lo necesitó, el Betis se echó atrás y se asustó. No le hizo falta gran cosa a los de Pellegrini para remontar. Así son estos equipos.
Gonzalo Rodríguez cabeceó una falta sacada por Ibagaza. La parábola resultó imparable para Casto. El Betis se asustó aún más y en la siguiente jugada defendió sobre la línea de gol. Lo agradeció Joseba Llorente, que marcó en el área pequeña, con los centrales metidos casi en la portería. No le hizo falta más al Villarreal. No hizo su mejor partido. El Betis sí hizo su mejor primera mitad, pero acabó cayendo víctima de su miedo y de su mala suerte. Los de Pellegrini vuelven a dormir como líderes. Si el Valencia falla, dominará el campeonato.
Fuente: marca.com