Angelo Fausto Coppi, más conocido por Faustino, es hijo de 'Il Campionissimo' y la 'Dama Bianca', Giulia Occhini. Nació en Buenos Aires en 1955. Ayer recordó la memoria de su padre en varios homenajes por el 50 aniversario de su muerte.
Ayer se cumplieron 50 años de la muerte de su padre, Fausto Coppi, la primera gran leyenda del ciclismo. Usted tenía sólo cinco años cuando falleció, ¿se acuerda de él?
Conservo su memoria gracias a las fotos, los libros, las revistas, los recortes, los trofeos y las medallas que conservo en Villa Coppi. Es un orgullo para mí llevar el mismo nombre que mi padre, la gente que le conoció me habla de lo buena persona que fue, y eso me llena más que todas las carreras que ganó, que tampoco fueron pocas. Nunca negaba un autógrafo o un saludo, era un campeón.
(Faustino nació en Buenos Aires hace 54 años fruto de la relación -vetada por adúltera por el Papa Pío XII- entre Fausto Coppi y Giulia Occhini, la Dama Bianca. Ahora vive en Villa Coppi, la casa familiar, en Novi Ligure. Si no hubiera venido al mundo en Argentina, Coppi no habría sido reconocido como su padre).
¿Qué le parece la controversia que se generó en torno a sus padres?
Ellos se querían, y yo soy el fruto de su unión. Mi mamma siempre me contaba cosas buenas de mi padre, bellas anécdotas, ambos eran muy generosos, amables y simpáticos con la gente y les recuerdo con mucho cariño.
¿Y por qué no heredó la afición al ciclismo? Por genética no será...
En el fondo, trabajo en este deporte. Siempre debo estar pendiente de conferencias, ruedas de prensa, presentaciones, actos oficiales y homenajes relacionados con mi padre, sobre todo en el Giro, o en esta intensa jornada conmemorativa del 50 aniversario. Así que, aunque no fuera profesional porque no se me daba bien y no le hubiera superado nunca, me mantengo unido a las bicicletas.
¿No le estresa ir de un lado para otro en representación del apellido Coppi?
Cuando dispongo de tiempo, digo que sí a todo, por respeto a quienes me invitan y a la memoria de mi padre, pero yo no soy ningún campeón, lo era Fausto Coppi, a él es al que se reconoce.
¿Le afecta la teoría que sugiere que su padre murió tras ser envenenado en Alto Volta?
No. ¿Qué razones iba a tener nadie para querer matar a Fausto Coppi? Estoy seguro de que se trató de un error médico. La hipótesis de que fue asesinado raya en la fantasía. Murió porque se equivocaron con el tratamiento y tardaron en descubrir que padecía malaria, ya que le diagnosticaron pulmonía en un primer momento. En cambio, Raphael Geminiani, que compartía habitación con él durante ese viaje, se restableció enseguida de la misma enfermedad. Me dolió más cómo trataron los periodistas y los fotógrafos la muerte de mi madre. No respetaron su intimidad cuando entró en coma. No les perdono, nunca se debe jugar con los sentimientos de las personas, hay que respetar el dolor.
(Un misionero francés, el padre René, especuló con que envenenaron a Coppi como venganza por la muerte de un ciclista africano, despeñado en extrañas circunstancias, en una carrera con europeos en la actual Burkina Faso. Giulia Occhini falleció en 1993, y Faustino le acompañó en sus últimas horas de vida).
- Spoiler:
as