Pat Symonds, ex director de ingenieros de Renault, señaló que lamentará "eternamente" la decisión de falsear el Gran Premio de Singapur de 2008. Symonds dimitió de Renault la semana pasada cuando quedó claro que estaba involucrado en la conspiración del accidente provocado por Nelson Piquet para forzar la salida del coche de seguridad y favorecer así el triunfo de Fernando Alonso en aquella carrera.
A pesar de que Simonds no estuvo presente el lunes en la audiencia del Consejo Mundial de la FIA, en el que se le suspendió por cinco años, aportó una declaración escrita en la que expresó su pesar por seguir adelante con el plan que le propuso Piquet en la noche anterior al gran premio.
"El incidente fue totalmente concebido por Nelson Piquet Jr. Fue él quien que me propueso esta idea. Pensé ingenuamente que quería era el bien del equipo", dijo Symonds. "Yo no era consciente de cómo estaban las negociaciones sobre su contrato, aunque ahora, con la perspectiva del tiempo transcurrido, veo que él pensaba en que esta acción tendría un efecto favorable", añadió.
Vergüenza eterna
Symonds negó que la estrategia de Alonso de parar después de 14 vueltas se basara en el plan Piquet y añadió que no es inusual cuando se utilizan neumáticos blandos. Citó como prueba el hecho de que en Australia, este año, Lewis Hamilton partió desde la última fila de la parrilla con el más blando de los neumáticos y se detuvo después de sólo 11 vueltas.
Sin embargo, expresó su profundo remordimiento por haber aceptado los planes de Piquet, lo que desencadenó la investigación que ha puesto fin a su carrera en la Fórmula 1. "Me gustaría, en mi descargo, dejar constancia de mi papel en este incidente. Debería haber desestimado inmediatamente la propuesta de Nelson Piquet Jr. Muy a mi pesar y para mi vergüenza eterna, no lo hice".
Una carrera de 33 años
"Sólo puedo decir que acepté por una equivocada devoción a mi equipo y no para ningún beneficio personal. Este ha sido el trabajo de mi vida. Empecé en Renault hace 28 años con sólo 19 personas. Hoy en día la organización emplea directamente a más de 500 y soporta innumerables empresas locales e internacionales", prosiguió. "La última cosa que pretendía hacer era poner en peligro al equipo y a las muchas personas sobre las que yo tenía una responsabilidad abrumadora. Por una única acción he destruido la reputación que se había acumulado durante una carrera de 33 años en el deporte de motor. Yo soy una persona competitiva que trabajaba en un entorno de alta presión. Esto puede, a veces, nublarme el juicio. Pero siempre tratado de ser honesto".
Finalmente, aseguró: "Esa noche, en Singapur, cometí un error cuyas consecuencias nunca pude haber imaginado. Por ese error pido a todos los afectados mi más profunda disculpa".
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