Se juega por el orgullo, se juega por la historia, y se juega por la clasificación para el Mundial este sábado, cuando Argentina se enfrenta a Brasil. Y según sus jugadores, los anfitriones son el claro favorito para el clásico. Sergio Agüero proclamó que Argentina es "un 80 a 20 la favorita", mientras Tévez se quedó con "un 70 a 30" para su país.
Para el choque, Tévez será el delantero que acompañará a Messi (autor de cinco goles en un entrenamiento), aunque Maradona también ha probado con Agüero. La actitud del Apache será vital para ganar a los de Dunga. No es por sus goles (el Kun ha marcado tres más que Tévez en las eliminatorias), sino la garra que ha hecho que el Diez se decida por él.
El propio seleccionador argentino confirmó está noche que el equipo que se enfrentará a Brasil tendrá como delanteros a Lionel Messi y Carlos Tevez. "No nos vamos a esconder. Tenemos mucho respeto por Brasil, pero saldremos a atacar", dijo el entrenador.
Apenas llegó a Argentina el lunes pasado, el delantero del Manchester City ya calentaba el ambiente, asegurando que los brasileños llegarán a Rosario "con temor, porque saben que vamos a querer comerlos dentro de la cancha".
Sin embargo, ayer Tévez quiso evitar más polémica: "Es mejor no hablar, sabemos cómo es el fútbol, como es este clásico y además jugamos para clasificarnos. Cada palabra se agranda. No nos preocupamos por lo que dicen los brasileños, cada uno tiene que preocupar por su equipo.'
Desde Brasil se esperan artimañas ya conocidas de los argentinos. Dani Alves afirmó que la seleçao llevará su propio agua a Argentina, en referencia a los bidones de Bilardo en el mundial de 1990, cuando, según admitió Maradona años después, los argentinos dieron agua supuestamente con somníferos a Branco. "Es para evitar cualquier problema. Sabemos que este tipo de polémicas ya pasaron, pero hay que prevenir", afirmó Alves.
Robinho, mientras tanto, asegura que Argentina "va a salir a pegar. Sabemos que van a jugar duro". Mientras, Javier Mascherano, el capitán de Argentina quiere restar importancia de la elección de Rosario para jugar este partido decisivo ("sería una estupidez pensar que el cambio de escenario nos va a hacer ganar el partido"), Zico ha dicho que sus compatriotas no tienen nada por qué preocuparse. El mítico centrocampista que jugó en el Gigante de Arroyito en el Mundial de 1978 dijo: "El Gigante no intimida, la verdadera caldera es la Bombonera, no Rosario".
Maradona, en cualquier caso, no quiere dejar ningún cabo suelto y ayer incluso invocó una manita de Dios, porque hizo que todos sus jugadores asistieran a una misa donde la esposa del presidente de la AFA, Julio Grondona, le regaló un rosario.
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