Mientras Joan Laporta y su equipo siguen estampándose una vez tras otra para conseguir refuerzos en vistas a la próxima temporada, en el despacho de Sandro Rosell parece que se están haciendo bien las cosas. Con muchísima discreción, con la cautela oportuna del momento y con la estrategia marcada para poder relevar a Laporta (éste tachó a Rosell de "pijo" e "hijo de papá" en un libro titulado Passió Absoluta y escrito por Anton Maria Espadaler) el empresario catalán tiene varios objetivos en la cabeza: uno de ellos, Cesc Fàbregas.
La relación del futbolista con el futuro candidato es óptima. Conoce el medio del Arsenal (con contrato hasta 2014) los esfuerzos que en 2003 hizo Rosell para conseguir una opción preferencial en caso de que los gunners decidieran traspasarle. Además, cree el internacional que de regresar a España, el poder estar en Arenys de Mar y defender a nivel profesional la camiseta del Barça sería un sueño.
El momento.
Cesc aseguró ayer que la próxima temporada seguirá en el Arsenal, desarbolando, de esta manera, los intentos del Madrid y del Milán por contratarlo. Además, tras cinco años en la Premier y varios intentos por sacarlo del Emirates Stadium, Cesc valoraría que tras la cita mundialista del verano de 2010 le llegaría el momento para emigrar de las islas y regresar a Barcelona. Cesc pinta a culé y llegaría de la mano de un admirador suyo: Sandro Rosell.
Esta temporada no se moverá
Cesc Fàbregas salió ayer al paso de las especulaciones sobre su posible salida del Arsenal. Aseguró en el dominio del club inglés que la próxima temporada continuará en el Emirates. "Estoy absolutamente identificado con el Arsenal y mi futuro está en este gran club. Llevamos cuatro años sin títulos y estoy enfadado, pero es lógico. Quiero a este equipo y confío en él, es un orgullo ser su capitán y llevar esta camiseta", afirmó.
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