Si las elecciones a la presidencia del FC Barcelona se celebraran hoy, Sandro Rosell sería el claro ganador con una intención de voto del 54,8%. Así se desprende del primer sondeo realizado por GESOP (Gabinet d’Estudis Socials i Opinió Pública) para SPORT y ‘El Periódico de Catalunya’ y del que también se extrae que en estos momentos una mayoría de socios aprueba la gestión de la actual junta directiva (73,4%) pero prefiere que en las urnas se imponga una opción de cambio (57,9%).
El estudio se llevó a cabo en las inmediaciones del Camp Nou el pasado 16 de mayo, en los prolegómenos del Barça-Valladolid que decidió el título de Liga, intentando aproximarse en la medida de lo posible al ‘mapa social’ del censo electoral blaugrana a través de 800 entrevistas presenciales a socios mayores de edad y con una antigüedad mínima de un año.
Los resultados de esta primera encuesta no revelan cómo acabarán las elecciones, pero sí confirman que Sandro Rosell parte con una enorme ventaja respecto al resto de aspirantes, incluidas las dos principales figuras que se identifican con el continuismo, el ex vicepresidente Marc Ingla (12,4%) y el actual vicepresidente Jaume Ferrer (9,9%). Santiago Salvat (1,6%), Agustí Benedito (1,4%), Alexis Plaza (0,4%) y Jaume Guixà (0,3%) generan por el momento una intención de voto muy reducida, en parte por su bajo nivel de notoriedad, pero también por su pobre valoración entre los socios. Un 19,5% de los encuestados no se define u optará por el voto en blanco o la abstención.
A 26 días del 13-J, Rosell parte en el mes electoral con una notoriedad (nivel de conocimiento entre la masa social) del 98%, por encima de Ingla (82,9%) y de Ferrer (82,7%). Este grado de penetración entre la masa social barcelonista puede resultar decisivo en las próximas semanas a la hora de conseguir que sus respectivos proyectos calen en el electorado.
En este sentido, el resto de precandidatos parte con una evidente desventaja a la hora de hacer llegar su mensaje pues su notoriedad entre buena parte de los socios encuestados resultó muy inferior. Guixà se queda en un 56,9% de notoriedad, Benedito en el 50%, Salvat en el 48,6% y Plaza en el 41,6%.
En lo que se refiere a la valoración, también se produce una nítida división entre estos dos bloques de precandidatos, con Rosell como el mejor valorado, con una puntuación de 7 sobre 10 por 5,9 de Ingla y 5,2 de Ferrer. En estos casos, la valoración del ex vicepresidente deportivo se dispara hasta el 7,8 entre los socios que apuestan por una directiva de cambio y baja hasta el 6,6 entre los socios que no se definen en este apartado, aunque registra una valoración media de 7 en el resto de los segmentos y el 25,3% de los encuestados le adjudica una valoración de sobresaliente, entre el 9 y el 10.
En cambio, la nota de Ingla sube hasta el 6,4 y la de Ferrer hasta el 6,1 de valoración entre los socios que apostarían en las urnas por una junta continuista. Estas cifras apuntan que la pugna entre ambos por hacerse con el voto heredero del laportismo será muy cerrada en las próximas semanas.
Ninguno de los otros cuatro precandidatos llega al aprobado. El mejor situado es Benedito, con un 4,3, seguido por Salvat y Guixà (ambos 4,2) mientras que Plaza se queda con 3,4 puntos de valoración. En el caso de Benedito, la puntuación es similar entre los votantes que apuestan por el cambio y entre los que prefieren una opción continuista, mientras que Salvat es peor valorado por los afiliados partidarios del continuismo. Guixà obtiene sus mejores calificaciones en este sector de socios (4,4) y genera más rechazo entre los que no definen su voto (3,
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Estos datos abocan a un panorama preelectoral que, a menos de un mes de la celebración de los comicios, sitúan a Sandro Rosell como claro vencedor con una intención de voto del 54,8 % pese a que fue el último en arrancar en la carrera a la presidencia barcelonista.
Si resulta muy remarcable ese respaldo mayoritario hacia Rosell, es igualmente significativo que las dos opciones que abanderan de manera más clara el continuismo despierten por el momento pocas adhesiones. Ingla, pese a llevar un recorrido más corto como precandidato en estas elecciones, se sitúa por delante de Ferrer; pero entre ambos apenas superan el 20% de la intención de voto (12,4 y 9,9 respectivamente).
Diferencias abismales
Tras ellos, el abismo. Ya se comprobó en las elecciones del 2003 que el universo electoral barcelonista es muy cambiante y que un mes de campaña da para mucho. Entonces, en el primer sondeo Lluís Bassat partía con un respaldo del 42,6% de los socios y Joan Laporta sólo registraba un 2,2% de apoyo. Sin embargo, la situación actual del FC Barcelona parece muy distinta a la de entonces.
En cualquier caso, los otros cuatro precandidatos parten desde muy atrás en los sondeos y sólo el hecho de superar el corte de las 2.095 firmas y un panorama más despejado parece que les puede dar algunas opciones. Al menos así se desprende de la baja intención de voto que registraron en esta primera encuesta. Sorprende que Guixà, uno de los que lleva un recorrido más largo -fue precandidato en el 2006- registre la intención de voto más baja (0,3%) por detrás del precandidato con menos medios y más joven, Plaza (0,4%).
Salvat (1,6%) y Benedito (1,4%) superan la intención de voto residual mientras que el 14,9% de los encuestados no se definieron todavía por ninguno de los aspirantes.
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Sport