La selección de Argentina cedió en su visita a la altura de Quito frente a Ecuador (2-0), merced a un sobresaliente disparo del lateral local Walter Ayovi y la definición de Pablo Palacios, y pone en entredicho su clasificación mundialista.
La albiceleste, que mereció mejor suerte durante una hora de partido, sucumbió en el cuarto de hora final, en el que perdió la solidez demostrada hasta ese momento. Los de Maradona fueron retrocediendo en su disposición y abandonando sus argumentos ofensivos hasta que Ecuador encontró la victoria en dos fogonazos.
La derrota frente a los ecuatorianos cobra mayor dimensión por la goleada que ya encajó Argentina en La Paz frente a Bolivia (6-1) y la mala imagen ofrecida el pasado sábado ante Colombia. La albiceleste mantiene la cuarta plaza de la clasificación sudamericana, ultima que da el acceso directo al Mundial de Sudáfrica, pero Ecuador se le acerca a dos puntos.
El calendario argentino además no es placentero porque su próximo partido será ante Brasil, quien lidera el grupo con los mismos puntos que Paraguay. Argentina demostró igualmente que Quito no es su escenario preferido. No gana desde 2001, cuando Marcelo Bielsa era entrenador, y acrecentó las dudas sobre su juego pese a la indudable categoría de sus futbolistas.
Advertida por lo sucedido frente a Bolivia, la albiceleste lució galones de inicio, con los madridistas Gago y Heinze, el rojiblanco Maxi Rodríguez y el azulgrana Messi de titulares. Argentina se situó bien en el campo y frenó a la impetuosa Ecuador. Messi devoraba metros conduciendo el balón para asustar a los locales, pero sus intervenciones tampoco llevaban peligro real.
Pudo no obstante rematar a la red un centro de Heinze desde el flanco izquierdo. Generaría más ocasiones en el primer acto a balón parado, pero sin un juego fluido, consecuencia de una medular sin jerarquía suficiente, terminó diluyéndose en la mediocridad. A Ecuador tampoco le sobraron los argumentos ofensivos y la equidad en el marcador parecía definir el encuentro.
Sin embargo, dos fogonazos locales derribaron esa ilusión. Primero Ayovi, quien lanzó un trallazo desde el vértice izquierdo del área para batir a Elizaga, y más tarde Pablo Palacios, aprovechando el desconcierto visitante en el área.
Dos goles que supusieron una losa insuperable para Argentina, que pierde su cuarto partido en la fase de clasificación y se complica la existencia. Además Maradona siguen sin dar personalidad suficiente a un equipo en peligro.
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