Mourinho ha confesado que quitó a Muntari a la media hora del partido entre el Inter y el Bari porque "tenía problemas relacionados con el Ramadán. El ayuno no es lo mejor para un futbolista, y menos con tanto calor". El Ramadán llega en el noveno mes del calendario islámico en el que los musulmanes practican el ayuno absoluto desde el alba hasta la puesta de sol.
Con su decisión, el portugués ha causado una gran polémica en Italia. En medio de las protestas del mundo islámico, el presidente del Lazio se ha subido al carro de Mou: "Respeto la libertad religiosa, pero no ficharé jugadores que se autoimpongan limitaciones físicas".
El presidente de la Unión de Comunidades y Organizaciones Islámicas de Italia, Mohamed Nour Dachan, no ha tardado en salir al paso: "El ayuno no debilita la forma física de un futbolista. Mourinho tendría que hablar un poco menos", dijo en Sky Italia.
El entrenador del Inter sustituyó al ghanés Sulley Muntari a la media hora del partido que su equipo, el Inter, empató contra el Bari. La temperatura superaba los treinta grados y "los jugadores estaban sometidos a un gran esfuerzo", explicó Mourinho quien ha deslizado que Muntari podría perder la titularidad en la próxima jornada, en el derbi entre el Milán y el Inter. El técnico pedirá a los médicos del club "que encuentren una solución al problema".
Pero Mohamed Nour Dachan no ve desventajas en el Ramadán, sino más bien todo lo contrario. "Sabemos por el Instituto de Medicina del Deporte que la estabilidad mental y psicológica que da la religión puede ser un plus en el campo para un jugador".
Mourinho, en plan profesional, dice que su trabajo "es exigir el máximo rendimiento a todos los futbolistas".
Ghezzal: "Sólo ayuno el día libre"
En el Calcio, no todos los jugadores musulmanes siguen el Ramadán. Abdelkader Ghezzal, delantero del Siena y autor del primer gol que ha recibido el Milán en esta temporada, dijo que sólo lo respeta "en los días libres. Cuando hay entrenamientos o partidos no ayuno". Los pilares del ayuno en el Islam son la abstinencia de todo aquello que lo rompa (bebida, comida o relaciones carnales) desde el alba hasta la puesta del sol. El deber obliga a todos los musulmanes sanos y en edad adulta.
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