No le habrá sorprendido mucho la noticia de que no seguirá, pues su contrato acababa el 30 de junio...
Sí, pero una cosa es que uno se lo espere y otra que no se entere por el conducto reglamentario. A mí, sinceramente, me hubiera gustado enterarme de otra manera.
Es una decisión que ya está tomada, según señaló Francisco Pernía el pasado lunes...
Mi vinculación con el Racing acaba el 30 de junio y están en su derecho de ofrecerme la renovación o no, igual que yo estoy de aceptarla o no. Igual si me la hubiesen ofrecido habría sido yo el que dice que no.
¿Su vínculo está con Muñiz, que fue quien le trajo al Racing como preparador?
Sí, claro. Cuando el Racing decide fichar a Muñiz, es Muñiz quien me invita a venir a Santander a trabajar con él. Eso es así. Formamos un equipo, como lo hicimos en Málaga.
¿Qué pasará si Muñiz sigue y usted no está?
La realidad es que Juan Ramón fichó por dos años y Juanjo y yo fichamos por uno. Ahora mismo él está con contrato en vigor. Otra historia es que no le dejen completar su grupo de trabajo como quisiera.
Pernía ha dicho que si Muñiz sigue y quiere que siga Juanjo, que seguirá. ¿Le sorprende?
La información me llega, únicamente, por los periodistas. No he escuchado nada, ni el club me ha comunicado nada. Simplemente digo que a mí me hubiera gustado enterarme de esta circunstancia de otra manera. Por desgracia me entero por vosotros.
¿Irá de la mano de Muñiz si se va al Málaga o se está buscando otro equipo?
Tengamos una cosa clara. El fútbol ni empieza ni termina en el Racing. Si aquí no te quieren seguramente habrá otro club que sí te quiera.
¿Se está moviendo?
Soy una persona del fútbol y tengo un currículum grande y he trabajado en grandes clubes, como es el Racing, y mi intención es seguir vinculado al fútbol. Si no es aquí como parece, será en otro lado.
¿Está contento de la labor realizada en el Racing, a pesar de los problemas surgidos el pasado mes de octubre?
Estoy orgulloso del trabajo que he realizado. Lo que ocurrió en el mes de octubre es una cosa que te afecta, te hace reflexionar y te hace conocer a las personas, absolutamente a todas que tengo a mí alrededor. Al estar metido en el fútbol sabes que te puedes esperar cualquier cosa. Y así ha sido. A mí, lo que realmente me molestó de aquella situación, y me molestaría ahora, es que se utilice a los jugadores como excusa o como justificación. Con ellos he tenido una relación sensacional, la sigo teniendo y la tendré. Y el problema por ahí no viene...
El problema viene al no tener feeling con el presidente...
No, si no es que haya feeling o deje de haberlo. A mí, de toda esta situación, me apena mucho que durante los tres primeros meses, hasta el mes de noviembre, mi sintonía, en concreto, con Roberto Bedoya era exquisita. Y nos ayudábamos mucho para conseguir una buena planificación, con la equipación del gimnasio, en muchas cosas, y a raíz de aquello se fue perdiendo esa relación y quizás ésa sea una de las cosas que más me apenan; que factores profesionales alteren las relaciones personales.
El fútbol, que no hay quien lo entienda...
No, no. Si todo se entiende. Eso es así de claro. Todo se entiende, pero no deja de ser sorprendente. Personalmente me considero que he sido la cabeza de turco de una situación o de unas decisiones empresariales. Única y exclusivamente. Lo vuelvo a decir. Si la persona que me está evaluando y me está poniendo en tela de juicio es una persona que en todas sus declaraciones lo primero que dice es que él no sabe ni entiende de fútbol pues, yo con eso, ya me doy por satisfecho.
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