El Unicaja se pone bravo y mete en un aprieto al Barcelona

Málaga se resiste a caer, está en su naturaleza. Ganó el Unicaja porque el Carpena no se toca y habrá tercer partido. Nadie sabe cómo a la ACB, ahora que en semifinales saltan chispas, que los piques individuales (precioso el de Andersen y Jiménez) se multiplican, se le ocurre el desmán de acortar las series a tres partidos. Un disparate que le quita toda la pasión. Así que hay que beberse los partidos hasta el final. El de ayer fue una recia exhibición del Unicaja, disminuido por las ausencias de Berni y Haislip, pero con un corazón enorme que le permitió brindar un partido fabuloso para sus limitaciones. Para conseguir el desempate, Unicaja tuvo que superar el factor Navarro. Sus 26 puntos no fueron suficientes para superar el espectacular tercer cuarto verde y su fe, que le permitió resistir el acoso del Barcelona, que remontó 18 puntos (65-47) y mandó por dos (73-75), pero que se rindió a Cabezas. En Málaga no podía ser. Si el Barça y Navarro quieren ser finalistas, tendrá que ser en el Palau. "A por ellos", terminó explotando el Carpena.

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