Míchel contra Camacho con el descenso en juego

Ni las dos finales de Copa ni la histórica visita del Bayern de Múnich, nada de las recientes glorias del Geta adquieren con el paso del tiempo la trascendencia del choque de esta tarde contra Osasuna. El descenso es algo más que una amenaza real para los azulones de un Míchel que se estrena en el Coliseum y también para los rojillos de Camacho, sólo dos puntos por encima y que se quejaba ayer, no sólo de un par de malos arbitrajes en el Reyno, sino de que su gente se ha dormido en los últimos cuatro partidos. Ya lo dijo ayer Soldado, esto es ya "a vida o muerte".

Protagonismo para los jugadores, con el 'gudari' al frente, un Soldado cuyos goles fueron jaleados hace un par de años en Pamplona y que ahora necesita el Geta como el comer. Son bajas Celestini y Polanski, los mediocentros de contención, por lo que le toca a Casquero mantener el equilibrio en esa zona en la que Granero y Contra por la derecha o hasta el zurdito Adrián, el hijo de Míchel, por la izquierda, tienen opciones porque tampoco estará Gavilán por lesión. Camacho también tiene sus ausencias notables: atrás la del central Sergio y en el medio campo la del iraní Nekounam, pieza básica. El 'Rifle' Pandiani, jugador de carácter y casta, toma el mando de las operaciones de ataque.

Ha habido SOS en Getafe y respuesta ejemplar de las peñas locales, que acudirán en masa al estadio, conscientes de que si no se gana hoy, quizá, adiós al caviar del fútbol de Primera... Marea Azul frente a una riada rojilla de unos 1.500 navarros, calor en la grada. Y al frente de todo, Míchel y Camacho. Mucho morbo y un drama. Hay partido.

Spoiler: