Estocada casi letal del Olympiacos al Madrid

El Madrid viajó a Atenas con el objetivo irrenunciable de ganar uno de los dos primeros partidos, condición casi obligatoria para pelear por la Final Four. Estuvo en la batalla los dos días, pero en ambas ocasiones acabó hincando la rodilla en el duro parqué de El Pireo, ante un rival superior en talento colectivo, con más banquillo.

Ni el mejor Reyes ni el mejor Bullock -batieron esta vez a Vujcic y Papalukas- desnivelaron la balanza. El pívot croata y el base griego no dejaron de sumar y, además, apareció un gran Printezis, un demonio encarando el aro madridista, a media distancia, en penetración o jugando de espaldas. Giannakis hace tiempo que le tiene fe ciega: vimos el porqué. A su lado, Lynn Greer, 20 puntos de media en la eliminatoria. Enfrente, un Madrid que dominó de nuevo el rebote, aunque perdiera en casi todo lo demás. Cinco asistencias menos, dos pérdidas más y un pobre bagaje en los lanzamientos triples (4 de 20). Otra vez Plaza recurrió al factor sorpresa, que ya no lo es, a una zona 2-3, que por más que se la espere no deja de funcionar.

Tras aguantar hasta el descanso (38-36) con un ritmo lento, sin contraataques, sin apenas lanzar triples, pero sujetando más bien (Vujcic) que mal (Printezis­ y Burusis) a sus pívots, con un buen Raúl en estático, con un renacido Reyes, móvil y directo al toro; llegó el desplome anotador del tercer cuarto. El Madrid se vio 13 abajo (54-41 y 59-46) y la zona acudió al rescate. El Olympiacos­ lo fiaba todo a Greer (8 puntos en la mitad del último round). Insuficiente: Bullock­ sumaba más (10) y Hervelle ayudaba (6).

A 3:20 el Madrid congelaba El Pireo (70-69). Atrás quedaban bengalas, petardos y demás. Entonces, le sobrevino el vértigo, falló cuatro ataques seguidos y no aprovechó los seis tiros libres errados por el rival. Los blancos habían rozado su límite, las estrellas funcionaron, pero faltaron manos para ayudar. Tomas tampoco contó. Dirán que el milagro (tres triunfos del tirón) es posible... Con los pies en el suelo el Olympiacos roza ya la Final Four.

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