Después de un año sin subir al ring, ¿siente ya mono?
La verdad es que sí. Es una velada que, además, me hace ilusión al ser en La Cubierta de Leganés. Un escenario donde he hecho grandes combates, como el Mundial contra Mullings.
Se lo va a quitar con un combate bonito, pero sin título en juego. Algo raro para usted.
Ya, pero yo me lo he tomado muy en serio. Estoy muy centrado para no defraudar a toda la gente que va a asistir. El aficionado sí que tiene mono de boxeo, y de que vuelva a un escenario como La Cubierta.
Enorme, por cierto.
Sí, pero el combate contra Navascués es bonito, siempre se había hablado de hacerlo. Creo que la gente va a responder.
Inevitable pregunta. ¿Será su última pelea?
Bueno Sé que me queda poco. Voy a hacer ésta y luego ya veremos. Pero lo que es seguro es que me cortaré la coleta este año, pero no en esta velada.
¿Dónde encuentra la energía tras veinte años de carrera?
Nunca me ha faltado la ilusión. Y yo aún me veo capaz de hacer algo grande.
En su último combate, frente a Sebastian Sylvester, sufrió el único KO de su carrera. ¿Qué se le pasó por la cabeza?
Quieres encontrar una explicación para algo que no te ha pasado nunca. De diez veces, con Sylvester caería una. Y me tocó. Buscaba excusas, pero no las encontraba, así que dejé pasar el tiempo y luego acepté el resultado. Fue un accidente que me cogió con la carrera muy avanzada. ¡No me puedo quejar! El boxeo me lo ha dado todo.
¿Querría volver a Alemania?
Por supuesto, pero los alemanes no son tontos. Soy peligroso, sólo hay que mirar mi récord. Ya se vio contra Felix Sturm. Me proclamé campeón del mundo. Se equivocaron conmigo.
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Fuente:As