El Atlético quiso conocer ayer de primera mano las sensaciones de Agüero después de la decepción sufrida por el cambio ante el Oporto y su suplencia en Sevilla. Emilio Gutiérrez, director de Markéting y Comunicación del club, desayunó con el jugador en una cafetería anexa al Cerro del Espino. Entre ambos ha surgido una buena amistad en estos años de Kun en el Atlético. En el club no quieren que se produzca un cisma entre el delantero y el nuevo cuerpo técnico ni que el jugador tire la toalla en el momento clave de la temporada.
AS ya informó ayer de que el delantero está realmente enfadado por el hecho de que en partidos cruciales no haya tenido el protagonismo que, en teoría, debe tener el buque insignia de un equipo. Por eso desde la entidad quieren elevarle la moral. En el desayuno, Kun, aunque no está contento ni por su situación particular ni por los resultados, hizo autocrítica y aseguró que él, como toda la plantilla, tiene que cambiar esta dinámica negativa.
Un Agüero picado en su amor propio. Así está el futbolista, que le aseguró a Gutiérrez que ahora sólo piensa en el partido del Barça, uno de sus rivales favoritos. El año pasado, Agüero completó uno de sus mejores partidos frente al conjunto azulgrana, al que ganó casi solito y la prensa mundial le encumbró.
Hoy la situación es diferente, pero Kun está deseando revertirla. El argentino en ningún momento del desayuno expuso que, pese al enfado, ahora esté pensando en marcharse al final de esta campaña. De momento, hay una tregua en este sentido y el Atlético quedó tranquilo tras la reunión: de un Agüero enfadado a uno supermotivado hay mucho trecho.
El enfado: cinco suplencias y un cambio extraño
Primero fue Aguirre, que le dejó en el banquillo en los dos partidos de Champions ante el Liverpool, en el de Liga de El Madrigal y en la ida de Copa contra el Barça. Después, Abel, con el que fue suplente en el Pizjuán y le quitó ante el Oporto en el 55'. Seis partidos grandes y otros tantos disgustos para Kun, que no exteriorizó su enfado hasta el del martes, cuando se fue al vestuario tras ser sustituido.
Preocupación por la influencia de Maradona
En el Atlético saben que, casualidad o no, desde que Maradona se ha instalado en la vida de Agüero su rendimiento ha bajado. Ni Cerezo ni Gil Marín van a hablar públicamente contra él, pero no creen que su aparición sea positiva para Kun. Ni para el Atlético, club menor según Maradona. Agüero, no obstante, ha transmitido a los dirigentes del Atlético la idea de que será él y sólo él el decida su futuro.
Fuente:As.com