"Estoy para jugar el domingo". Palabra de Fernando Llorente, que ayer en Lezama dio un paso más en la puesta a punto personalizada que le han diseñado para que supere el problema muscular que le obligó a parar en la jornada anterior y pueda reincorporarse al equipo cuanto antes.
El máximo goleador del Athletic se halla en la última etapa de su recuperación y está previsto que en la mañana de hoy participe como uno más en el entrenamiento que Joaquín Caparrós organizará para toda la plantilla.
Ayer, Llorente aseguró a AS que se encuentra bien en el plano físico, así como con unas ganas tremendas de jugar, entre otras razones porque no lo pasó nada bien viendo a sus compañeros frente al Recreativo desde la grada, una ubicación a la que no está acostumbrado.
"La verdad es que espero estar bien para el partido de Getafe. Las sensaciones que tengo ahora son muy buenas. Con haber estado parado una semana, pienso que es suficiente, la lesión no era gran cosa", comentó ayer un Llorente que saltó al césped del Campo 2 para realizar algunos ejercicios con balón.
No ha dejado de trabajar desde que el pasado día 12 regresó lesionado de la concentración con España. Tras efectuarle una exploración a fin de precisar el alcance del problema que le impidió terminar el amistoso con Inglaterra (una elongación en el músculo obturador externo de su pierna derecha), los responsables médicos del club le montaron un plan de entrenamientos que en su mayor parte se ha desarrollado en el interior de las instalaciones de Lezama.
Este "entrenamiento más individualizado" como lo define el propio interesado, le ha permitido superar el contratiempo, de forma que únicamente se habrá perdido un partido oficial, el celebrado el pasado fin de semana en San Mamés con el Recreativo. Siempre y cuando así lo considere Caparrós, claro.
Aunque si como parece y la propia impresión personal de Llorente viene a corroborar, está apto para competir, nadie duda de que estará en la punta del ataque rojiblanco mañana en el Coliseum.
Convencido. Ayer al mediodía, antes de abandonar Lezama, el ariete fue muy claro: "Estoy bien, estoy para jugar el domingo. Sabía que lo que tuve no era mucho, aunque cuando sentí aquello en el partido contra Inglaterra me di cuenta de que en ese momento no debía seguir. Voy a empezar ya a entrenar con la plantilla. Uno no puede estar parado porque los compañeros están ahí, lo hacen bien y hay que intentar estar disponible cada domingo".
Al margen de que volver a la alineación equivaldría a dejar atrás la lesión, Llorente reconoce que no le hizo ninguna gracia perderse el encuentro con el Recre, que finalizó con empate a un gol, desenlace bondadoso habida cuenta el rendimiento rojiblanco: "Me disgustó no jugar el otro día. Ves el partido desde fuera y todavía te dan más ganas de intervenir".
Así que Llorente está contando las horas que quedan hasta la tarde del domingo, cuando el Athletic rendirá visita al conjunto que dirige Víctor Muñoz.
Fuente:As.com