Los dos clubes femeninos más importantes de los últimos años están pagando con creces la crisis. Con unas plantillas plagadas de estrellas y, por tanto, presupuestos estelares, ahora se enfrentan a una situación insostenible.
El Murcia de Evedasto Lifante aún tiene una deuda de casi medio millón de euros de la campaña anterior y, aunque ha apostado por olvidarse de los contratos del millón de euros, las deudas con las brasileñas han obligado a la FIVB a amenazar con retirarle los pases internacionales de sus extranjeras si no las solventa.
El Marichal Tenerife, campeón de la Supercopa y llamado a volver a la cima ante la crisis del Murcia, en dos meses de competición ha caído como un castillo de naipes, y, de hecho, tres de sus jugadoras más relevantes, la canadiense Gordon, la turca Darnell, y la colocadora internacional hispanoargetina Lamas, han abandonado el equipo en las últimas dos semanas. Y se anuncian más salidas, aunque por ahora el club de Quico Cabrera retiene a las internacionales españolas Lucía Paraja y Arkia El Ammari, con luz verde para irse a partir de febrero.
Ante esa tesitura de economía de guerra, como la del Toledo, en el que sus jugadoras cobran todas la misma cantidad (1.000 euros al mes), dos equipos menos alegres a la hora de afrontar fichajes, como el Menorca y el Albacete, se han hecho con el mando de la Liga femenina en una temporada de cambios.
Fuente:As.com