El Geta había planeado sacar ocho de los quince puntos en su particular subida a las montañas, pero de momento tendrá que esperar en el campamento base. Plantó cara tácticamente durante el primer tiempo, pero con uno menos todo el segundo por la expulsión de un Soldado provocado por el guerrero Marchena, lo del Valencia se le hizo ya muy cuesta arriba, el Tourmalet. No marcó Villa, al que se le escapa Etoo, pero Fernandes, Joaquín y Vicente se dieron un festín con tres goles soberbios.
Se llevan requetebien en zona de palco Valencia y Getafe, que se cruzan cesiones y devoluciones de jugadores en perfecto estado del Coliseum a Mestalla, pero se tienen ganas abajo en la hierba. Y se nota. No es sólo cosa de la última final de Copa del Calderón, esa que ya tuvieron mérito de ganarla los jugadores valencianistas con el tal Koeman en el banquillo, sino de algunas otras cuentas pendientes que se han ido sumando, detalles y cositas en los últimos años.
Intensidad.
El caso es que salió un partido intenso tácticamente y con un veterano de guerra (Marchena) que le puso el cebo a un pardillo (Soldado). El ariete picó con un toquecito de cabeza ingenuo al provocador, el mismo que segundos antes le había hecho una falta que se comió Undiano, que podía haber mirado para otro lado, dicho sea de paso. Pero Undiano no es el que era aunque le haya quitado plaza mundialista a Mejuto. Así que en la misma jugada Marchena toreó al árbitro, le puso la muleta a Soldado y éste entró al trapo. Todo un tres en uno, sí señor, y encima se fue de rositas, sólo con una amarilla por entradón a Albín.
Hasta ese pleito barriobajero habían manejado bien las pizarras los dos técnicos. Emery reforzó la media con un trivote (Albelda-Fernandes-Baraja), un aparente 4-3-3 en ataque con Joaquín y Mata abiertos y Villa de cazador, pero reconvertido a la hora del repliegue en un 4-1-4-1. Respondió muy bien Víctor juntando líneas en 30 metros y con los centrales Cata y Mario rápidos a la hora de dejar a Villa en fuera de juego. Pero sigue faltando más toque porque Casquero se ve solo en la creación y porque Granero va de muy poco a algo y sigue lejos del Pirata del año pasado. Todo se fue al garete con el derechazo de Fernandes y, claro, con la roja a Soldado.
Se reordenó el Getafe con Gavilán por Licht, Manu de ariete y Granero en la derecha, pero el Valencia ya no es ese juguete roto del 'gordo' Koeman, sino un equipo muy bien rearmado. Emery no sólo ha recuperado al policía Albelda, sino la mejor versión de Fernandes y a... Joaquín. El gaditano se perdió la gloria de la Eurocopa con Luis y me da que aprieta los dientes para estar en el Mundial con Vicente...
Fuente:Diario As.com