Alessandro del Piero (Conegliano, 1974) añadió el pasado miércoles en el Bernabéu (0-2) una muesca más a un currículum grandioso en el que hay un Mundial, cinco ligas italianas, una Champions, una Intercontinental... y un sinfín de premios individuales.
Sin embargo, la ovación de la afición del Real Madrid al ejecutor del Real Madrid, con sus dos goles, supuso para Del Piero una de las satisfacciones más grandes de su carrera, muy por encima de la felicidad por el doblete logrado en un escenario cargado de historia.
Ale no esperaba una reacción así del Bernabéu y se fue del campo con la piel de gallina, flotando y casi sin dar crédito que esa ovación era para él.
El jueves, pasada ya la noche, Del Piero seguía alucinando con lo que había pasado. Todo ocurrió en un escenario especial para él, que nunca ha ocultado su admiración por el Real Madrid, por Raúl y por un estadio en el que ha alucinado cada vez que ha jugado y que es “una locura”.
A sus 34 años y cuando ha sido enterrado deportivamente muchas veces, la reacción del público del Madrid supuso un reconocimiento inesperado a un futbolista que siempre ha ido levantándose cuando ya nadie le esperaba: “Uno vive para noches como ésta”. Y a nadie de su entorno esconde que la ovación “me llenó de orgullo”.
Fuente:Marca.com