The7Rock Moderador General
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| Tema: "El secreto es que somos pocos, buenos y bien avenidos" Vie Oct 31, 2008 10:28 pm | |
| Ellos son el Villarreal. Fernando Roig, presidente, y José Manuel Llaneza, consejero delegado. Sólo falta Fernando Roig hijo, director general. Los tres conforman la Santísima Trinidad de un modelo de club que marca estilo en España y en Europa. Llegan a AS con las maletas. Pesan y abultan más que otras veces. Tanto como ocupan y duelen cinco goles y una pequeña decepción. Vienen de El Ejido, donde su equipo había tenido un pequeño accidente en la Copa la noche anterior. "Tampoco nos viene tan mal, más descansados nos quedamos para la Liga y la Champions No, es broma, estamos contrariados. No fuimos a perder. Queríamos ganar". Ambos aceptan la goleada y dan por perdida la Copa. Saben que su guerra es otra: "Nos espera un mes de diciembre tremendo. Los finales de la primera y la segunda vuelta van a ser decisivos. Nos vamos a ver todos las caras. Será realmente apasionante". Once años.
Dentro de la modestia que les caracteriza ya no se esconden cuando hablan de las aspiraciones de su Villarreal. Hace once años que el club cayó en las manos de Fernando Roig -pagó 800.000 euros por las acciones y ahora ya corre por los 85 millones de presupuesto anual- y todos los detalles, aunque puedan parecer nimios, han contribuido a levantar este fenómeno futbolístico. El presidente toma la palabra. "Estábamos todavía en Segunda y viendo un Mérida-Barça por la televisión vi que los niños que saltaban al campo para hacerse las clásicas fotos todos se iban a posar con el Barça. Ese día tomé la decisión de que en mi campo nunca más pasaría eso. Los que quieran una foto en nuestro estadio se la hacen con los nuestros" .
Cuando vencía agosto el Villarreal fue protagonista indirecto de uno de los fichajes fallidos del Real Madrid, Cazorla. Fernando Roig tenía ganas de dar su versión. Se mordía la lengua por hacerlo. "Es que parece que Cazorla no está en el Madrid porque Calderón es un señor y no quiso ficharlo por no perjudicar al Villarreal y la historia no es esa. La realidad es que no se portó como un señor y además se equivocó. Todo empezó el sábado en los entrenamientos del Gran Premio de Valencia de Fórmula 1. Mi hijo Fernando me dice que los representantes de Cazorla van a hablar con el Madrid, que le quieren fichar. Me dice que no diga nada, pero como yo no me puedo callar, me encuentro con Calderón y Boluda, su vicepresidente que es valenciano, y les abordo. Les digo que no es correcto lo que quieren hacer, que queda una semana para la Liga y que no me toquen a ningún jugador. Calderón me pregunta de qué jugador se trata, que él no sabe nada. Le digo que Cazorla y me da a entender que yo estoy loco, que cómo el Madrid va a querer a ese jugador".
El presidente se recrea contando la historia. "Al día siguiente, Ramón viene y me dice que tenía razón, que están interesados en Cazorla, que debemos pactar lo mejor posible para los dos clubes y que esa es la orden que ha dado a los suyos. Yo le digo que no hay nada que pactar ni hablar. Me queda claro que él no sabía nada el sábado y que valoraba que no era un jugador para el Madrid".
José Manuel Llaneza entra en la conversación. "Mijatovic me dice que suspende la reunión con los representantes porque se habían ido de la lengua. Yo estaba seguro que se lo llevaban. Pedja me decía que tenía que darle una satisfacción al entrenador. Yo le decía al presidente que nos den 23 o 25, sacar lo más posible y lo vendemos". Vuelve a tomar la palabra Fernando Roig. "El lunes llamo a las 11,30 de la mañana a Calderón. Él me dice que sabía que era una guarrada, pero que la cláusula es baja, que están en plazo y la van a ejecutar. Le digo que conmigo no cuente y le recuerdo que la indemnización (16,5 millones) la tiene que depositar el jugador y tiene que justificar de dónde salió. Además con el IRPF la operación se iba a los 28 millones. Me dice que el fútbol es así y la comunicación se cortó. Esa noche perpetro una operación. Hago una oferta al jugador, también habla el entrenador y decide quedarse. El Villarreal tuvo que hacer un esfuerzo y le costó un dinero. No es verdad lo que dice Calderón, que no quiso broncas. No se hace porque yo le hago la oferta a Cazorla. Ellos daban más dinero de lo estipulado en la cláusula. Pero para chulo, yo. Los clubes nos tenemos que tener más respeto. Yo siempre voy de cara. Otros, no. El año pasado, en marzo, llegué a un acuerdo con el vicepresidente del Madrid, Boluda, para comprar a De la Red en seis millones. Nos dimos la mano, pero al final de temporada no nos lo quisieron vender."
Llaneza va más lejos. "A De la Red lo hubieran vendido a cualquier club menos al Villarreal. Tampoco nos vendieron a Cicinho y nuestra oferta fue mejor que la del Roma".
Cambio de tercio. Entramos de lleno en ese Villarreal segundo el año pasado. "Nuestro secreto es el trabajo y en que somos pocos, buenos y bien avenidos. En el club trabajamos 25 personas. Tenemos nuestras ideas y las llevamos a la práctica. Por ejemplo ya hemos estrenado la grada para los aficionados del equipo rival. Están protegidos y ellos tampoco pueden lanzar nada porque están en un lugar enmallado y con un cristal blindado. También hemos decidido que en el palco veamos el partido separados por un pasillo con los representantes del otro club. Yo quiero ver el fútbol y verlo tranquilo. Hay que quitarle hipocresía al fútbol. Si veo que no es penalti lo digo sin tener que estar pendiente de que tengo al lado al otro presidente. Yo voy a todas las comidas, pero en el palco no quiero oir cosas que no quiero escuchar. En dos o tres años muchos clubes harán lo mismo".
Se siente orgulloso de su cantera, de su Ciudad Deportiva, de cómo empezó y lo que es ahora. También de la doctrina futbolística. El Villarreal mientras él sea presidente será entrenado por un técnico al que le guste que su equipo juegue al fútbol "que no sea un barraquero" y unos jugadores que comulguen con esa filosofía. "Somos como el AS, tenemos que hacer un periódico bonito para venderlo. Estamos en una ciudad pequeña y la única forma de atraer al aficionado es ofreciéndoles espectáculo. Tener un buen estadio en el que se vea bien el fútbol y que los que jueguen representen una buena obra, que enganche. Queremos que la gente quiera ver a su equipo y además al Villarreal porque seamos una garantía de buen fútbol. El domingo ante el Atlético hicimos 35 minutos maravillosos más allá de que empatáramos. En los próximos diez años nuestro objetivo es estar por lo menos cinco en Champions y si son siete, mejor". Gestión.
Finalmente aclara que él no se siente propietario del club aunque tenga el 80 por ciento de las acciones. "Yo soy un gestor. Los propietarios son los 20.000 abonados que tenemos ahora. Los dueños del sentimiento son los propietarios. Yo me juego mi dinero pero prefiero ejercer de gestor que de dueño. Aunque tenga la mayoría de las acciones, el Villarreal no es mío, gestiono como creo que se debe hacer, pero tengo bien claro que con los sentimientos no se juega y los sentimientos son de los abonados. Yo no vendería el club por 500 millones. No lo veo como un negocio. Nunca haré negocio con el fútbol".
A lo largo de la conversación habla mucho de sus hermanos Juan (presidente del Pamesa y también accionista del Villarreal) y Paco (ex presidente del Valencia)... y hasta tiene un recuerdo para su hermana Trinidad. "Cuando cumplí los 50 hicimos una fiesta y me regaló un libro escrito por ella sobre mi vida. Era junio del 97 y en el prólogo decía que llevaría al Villarreal a Primera... Cuando cumplí los 60, mi hija me hizo otro de los otros diez años. Mi mujer sólo me deja hacer fiestas cada diez años. Yo de pequeño era del Valencia porque soy valenciano y ejerzo, pero ahora mis colores son los amarillos".
Y se besa la solapa de la chaqueta como los futbolistas besan el escudo de la camiseta.
Fuente:Diario As.com | |
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