La cantante británica Amy Winehouse, de 27 años, ha sido encontrada muerta hoy en su apartamento, según adelantó la cadena Sky News y confirmó rápidamente la policía británica, que no ha dado todavía las causas de la muerte.
Según cuenta la BBC, la cantante fue hallada en su piso de Camden, en el norte de Londres. Una persona llamó a las 15.54 (hora de Inglaterra, una hora menos en España) al servicio de ambulancias, que envió dos vehículos allí, pero Winehouse ya estaba muerta.
La cantante había empezado una gira en el mes de junio por Europa y según su entorno se encontraba en buena forma. Sin embargo, el concierto que llevó a cabo en Belgrado el 19 de junio, en el que apenas pudo cantar y se tambaleó en el escenario, volvió a demostrar que tenía problemas. Winehouse llegó una hora tarde, un motivo que enfadó mucho al público y más aún cuando vieron a la británica tropezar cuando subía al escenario. En otros momentos de su actuación, la cantante, de 27 años, movía ansiosamente sus brazos mientras parecía que leía sus propias letras de un teleprompter. Un aficionado serbio que había pagado alrededor de 50 euros por oír su voz, describió a la cantante en su propia web como "otra punki, yonki y borrachuza". Otro explicaba del concierto: "Estuve allí, y fue una cosa triste de ver. Vergüenza tendría que darles a sus representantes dejarla subir al escenario en esas circunstancias. No hay que culparla, necesita ayuda".
Esa misma semana su representante anunció que cancelaba la gira, incluido el concierto que iba a celebrar en Bilbao el pasado 8 de julio.
La cantante saltó a la fama en 2006 por su canción Rehab, pero también por sus continuos problemas relacionados con el alcohol, las drogas y sus ingresos de centros de rehabilitación. Siempre se caracterizó por ser una artista polémica. Llamó a Madonna "vieja señorita" y confesó algún intento de suicidio. Entró y salió varias veces del los hospitales y muchos medios británicos especularon con su afición al alcohol y las sobredosis de drogas.
La cantante solo publicó dos álbumes, Frank y Back to Black. El segundo le catalpultó a la fama mundial y le proporcionó cinco premios Grammy. También en 2008 se erigió en una de las grandes protagonistas de los premios Brit de la música británica. Recién salida de una (enésima) terapia para superar su adicción a las drogas, la artista recibió una gran ovación y realizó una gran interpretación de un par de sus canciones.
Fuente: Elpaís