El Caja Laboral se impone con la dupla Teletovic-Splitter en el aperitivo de la Copa

El Caja Laboral ha aguantado la presión a la que le ha sometido el Bizkaia Bilbao Basket y la mayor parte de los 12.000 espectadores que han acudido al hoy imponente Bizkaia Arena del Bilbao Exhibition Centre (BEC) para lograr un triunfo tan claro en el marcador final (71-86) como trabajado a lo largo de los 40 minutos de partido.

Lejos de ser un encuentro cómodo para el equipo vitoriano, el choque ante el Bizkaia le ha supuesto a los de Dusko Ivanovic una dura prueba que pasar, ya que a cada arreón que daba en el marcador respondía con coraje el equipo local, que llegó hasta adelantarse en el electrónico (53-52) en el tercer cuarto.

No hubo debut soñado para Fotis Katsikaris
Hasta ahí les llegó la gasolina a los hoy por primera vez de Fotis Katsikaris, que por momentos soñó con un debut inolvidable. Sin duda lo hubiese sido si su equipo hubiera respondido en el último cuarto a los golpes del rival como en el resto del partido.

Tanto en el primero como en el segundo cuarto, e incluso en el tercero, el Bizkaia fue capaz de responder a escapadas en el marcador que le daban al Caja Laboral su tremendo acierto ante la canasta bilbaína.

Cinco triples de cinco intentos le dieron al conjunto visitante la primera ventaja (6-23), que parecía definitiva; respondió el Bizkaia y se acercó a 17-23 en la primera canasta del segundo cuarto (17-23) con la que redondeó un parcial de 11-0.

Retomaron distancias los visitantes (17-32) con un 0-9 que le abrió unos minutos de tranquilidad (26-39). Pero de nuevo se recuperaron los locales (36-40, a 1 minuto del descanso).

Carencias en ataque
Un tercer amago de fuga del Caja Laboral (40-48) dio paso a los mejores minutos del Bizkaia, que logró hasta ponerse por delante (53-52) a 14:30 para el final.

Ahí se pararon los de Katsikaris, que ya no pudieron con otra fase de acierto visitante y sus propias carencias en ataque, donde no consigue jugar con cierta fluidez. Así, se disparó el equipo alavés hasta cerrar el derbi con un marcador que, si bien premió el buen partido vitoriano, quizás fuese demasiado cruel con el bilbaíno.

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