Rafa Nadal ya está en los octavos de final del Open de Australia 2010. El número 2 mundial, que defiende título y 2.000 puntos de la clasificación mundial en Melbourne, demostró que también puede imponer su ley ante un rival de entidad y espera ahora en la siguiente ronda a Ivo Karlovic
Rafa Nadal (2) se impuso al alemán Philipp Kohlschreiber (27) por un marcador global de 6-4, 6-2, 2-6 y 7-5 tras tres horas y media de juego en el choque que abrió la jornada nocturna en una Rod Laver Arena en la que, un día más, vibró con el juego del español, con quien tiene buen feeling.
El primer set duró algo más de una hora, buena cuenta de lo duro y disputado que estuvo. Sin un juego excesivamente brillante, pero sí ofreciendo espectáculo por lo disputa y la dureza de cada punto, Nadal y Kohlschreiber tuvieron sus opciones para ir por delante en el marcador. Fue éste segundo quien tuvo un comienzo arrollador, firmando a su favor el juego inicial en blanco y gozando de las primeras opciones de break. El 'alemán de apellido impronunciable' desperdició una bola de break en el segundo juego y otra más en el cuarto. El juego agresivo de Kohlschreiber estaba haciendo daño a Nadal, que sin embargo supo ser paciente y esperar su momento, que llegó en el séptimo juego, donde desequilibró el set a su favor. El balear se mostró fresco físicamente y muy seguro técnicamente, forzando la derecha de su rival en los momentos de apuro. Rafa tuvo dos bolas de set al resto, pero fue finalmente con su servicio con el que cerró el primer parcial a su favor.
La buena sintonía con la que terminó Nadal el primer set se prolongó al comienzo de la segunda manga, donde en el juego inicial levantó un 40-0 para apuntarse el mismo al resto y tomar ventaja en el marcador desde los primeros compases. Fino con el servicio, con el que dio una exhibición de saques abiertos, excelente con la derecha, donde ahogó con su profundidad a Kohlschreiber, y resolutivo en la definición, subiendo en ocasiones con confianza a la red. De loar es que, a pesar de los pocos resquicios que parecía dar Nadal con su juego, Kohlschreiber siguió intentándolo, incluso rompió dos veces el cordaje de su raqueta, y tuvo sus opciones en el sexto juego, donde gozó de dos bolas de break que desaprovechó (la segunda la salvó Nadal con el mejor punto del partido, una lección de reflejos en un 'ping-pong' en la red). De nuevo tras el perdón vino la rendición. Nuevo break de Rafa, que mandó el segundo set a su casillero y dejó el partido a punto de caramelo.
El premio al esfuerzo de Kohlschreiber se vio recompensado en la tercera manga, la cual dominó el alemán de principio a fin. Comenzó el set con su primera ruptura del partido (después de desaprovechar nueve bolas de break), supo salvar un 0-40 en el séptimo juego y finiquitó el set al resto. Kohlschreiber jugaba muy metido en pista, con confianza y así se metió de nuevo en el partido. Tanto, que tuvo hasta dos opciones para ponerse con 2-0 a su favor en el comienzo del cuarto parcial, situación que Rafa salvó con dos buenos servicios abiertos. Nadal pecó de jugar excesivamente retrasado y sus subidas a la red eran limitadas. Defendía y apenas tenía opciones de atacar. Pero cuando las tuvo, acertó de pleno. Un 'banana-shot' y una derecha cruzada le sirvieron al número 2 del mundo para encontrar tan ansiado break en el séptimo juego, que sin embargo, no supo ratificar. Sin embargo, volvió a romper el saque de Kohlschreiber en el undécimo juego y a continuación, no sin sufrimiento, logró cerrar el partido. Una trabajada victoria.
En octavos de final, Nadal tendrá que verse las caras con el croata Ivo Karlovic, que se deshizo de su compatriota Ivan Ljubicic (24) por un tanteo de 6-3, 3-6, 6-3 y 7-6(7) tras tres horas de juego en un choque disputado paralelamente en la Hisense Arena. Nadal y Karlovic tienen un 'head-to-head' favorable al español de 2-0. El camino hacia la final se estrecha y los rivales, teóricamente, serán cada vez de más entidad. Pero Rafa ha demostrado que está preparado para enfrentarse a cualquiera. Que pase el siguiente..
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