Se le ve mucho más animado y asentado después de haber sufrido la temporada pasada por las lesiones...
Es cierto. La campaña pasada estaba muy bajo de ánimos. No podía disfrutar de nada y todo fue negativo. Había perdido la pasión por el juego y era feliz encerrado en mi casa. Fue una sensación muy extraña.
Pero afortunadamente todo pasó ya para usted.
Lo peor de mi carrera deportiva fue la grave lesión de la temporada pasada, pero aprendí mucho de la experiencia. Ahora trato las cosas de forma diferente. Después de un partido estaba como tres horas o más para hacer frente a una derrota. Nadie podía hablar conmigo. Ahora soy mucho más positivo. Lo que hay que hacer es mirar hacia adelante.
¿Le ha cambiado el carácter a raíz de esa etapa?
Bueno, ahora no lo interiorizo todo. Tengo otras cosas para distraerme, como estar con mi novia, los amigos, la familia... Antes de la lesión me lo tomaba todo de forma demasiado personal. Ahora sólo pienso: "¿Qué le vamos a hacer?". La vida es para disfrutarla y siempre estoy haciendo bromas y divirtiéndome.
Háblenos del Arsenal de Arsene Wenger...
Le voy a contar una anécdota. Cada vez que un jugador es llamado con el primer equipo por primera vez tiene que levantarse delante del resto de la plantilla en la cena y hacer algo (cantar una canción, bailar, dar un discurso...). A Wenger le encanta eso y le hace reír.
¿Se ha imaginado cómo pueden ser las reacciones de los aficionados y del propio técnico cuando llegue el momento de dejar el Arsenal?
No lo sé. Nunca se puede decir nunca, pero me siento agradecido, querido, cómodo e importante en el Arsenal. Algunas personas nunca entenderán si alguna vez dejo el club, pero cada uno debe sentirse bien con uno mismo.
Este club le ha dado todo en su carrera profesional...
Sí, igual que yo también lo he dado todo por el Arsenal. He jugado cuando me sentía mal, lesionado, incluso disputé un partido de Champions horas después de la muerte de mi abuelo. Estoy orgulloso de formar parte de este club y siempre estaré orgulloso de lo que he hecho. Pase lo que pase, si estoy aquí quince años más, o incluso si me retiro aquí, siempre habrá aficionados que no les guste cómo he jugado o que sea el capitán. No se puede satisfacer a todo el mundo. ¡Hay gente que se queja de la forma de jugar de Messi!
Hablemos un poco del Cesc fuera de los terrenos de juego. ¿Cómo se comporta?
Con normalidad. Hay todo tipo de jugadores. Algunos actúan como superestrellas. Se podría decir que otros son sólo normales, tipos que disfrutan jugando al fútbol. Luego están los que coleccionan Porches y Ferraris. Otros tienen los pies en la tierra y son más cercanos al público. Todos somos diferentes, no hay un arquetipo de jugador de fútbol.
¿Qué tipo de rutina sigue antes de los partidos?
El día antes del encuentro me aseguro de estar en casa sobre las diez u once. Intento descansar mucho. Ya el día de partido me levanto a las once, quedamos con el resto del equipo para tomar un café, un zumo y nos reunimos con el entrenador. Después, almorzamos, descansamos en nuestras habitaciones y cada uno decide lo que hace: escuchar música, navegar por internet, jugar a la PSP... Pienso en el partido, pero no es lo único en lo que pienso. Según se acerca la hora del encuentro me centro más, escucho música para motivarme un poco más. No dejan de ser rutinas que, de una manera o de otra, todos los jugadores solemos tener.
¿Y qué sucede en el vestuario antes de los encuentros?
Hay algo que hacemos. Jugamos a un juego con una pelota para divertirnos y relajarnos. Si alguien se confunde tres veces, al final se lleva una ronda de golpecitos en la oreja. Después, ya vienen los estiramientos, masajes, calentamientos y demás. Y luego, a darlo todo en el encuentro.
¿Hay muchos gritos en el vestuario del Arsenal?
No. No necesitamos gritarnos para motivarnos. Todos sabemos lo que tenemos que hacer. Se discuten cosas para aprender de lo que pasa. No nos gusta que haya alguien gritándonos en la cara.
Sí, pero usted es el capitán y debe animar y arropar a sus compañeros. ¿Cómo lo hace?
No me gusta dar instrucciones específicas, pero a veces es necesario. Por ejemplo, si ves que un compañero no da el pase porque prefiere hacerlo él todo y ser la estrella, eso me hace enojar y se habla. También trato de animar cuando algún compañero se confunde. Intento que no pierdan la chispa, que siempre estén centrados y motivados.
Cambiamos el tema. ¿Cómo le ha influido la victoria en la pasada Eurocopa?
Desde entonces, he notado que juego de manera distinta con la Selección. Estoy más confiado. Las cosas siempre han pasado rápido para mí y casi nunca he tenido que pasar tiempo en el banquillo. Sucedió por primera vez entonces y de todo se aprende.
¿En qué estado se encuentra ahora mismo?
Muy bien. He marcado tres goles en los últimos partidos y he estado participativo. Es una cuestión de confianza. Me siento muy bien ahora y creo que voy mejorando con el paso de los encuentros.
¿Con qué partido de los que ha podido ver se queda?
Con la final de Champions de 2005 entre Milán y Liverpool. Fue espectacular. Y también con el Chelsea-Barça del año pasado. Disfruté de la victoria porque marcó mi amigo Iniesta. Fue histórico.
¿Lo vio en directo?
No, lo vi en la tele. Es difícil ver los partidos en los campos cuando eres jugador. He estado en el Camp Nou un par de veces para ver a mis amigos Puyol y Piqué, pero no me gusta molestarles tras el partido.
Fuente, As.com