La plantilla del Jerez Industrial, que no ha cobrado nada esta temporada, protagonizó este viernes una curiosa protesta al entrenarse en la puerta del edificio donde vive el presidente de la entidad.
Los jugadores del club jerezano realizaron ronditos y estiramientos para sorpresa de los viandantes que pasaban por la sevillana calle de Virgen de la Cinta, que no entendían qué estaba ocurriendo.
Los jugadores escogieron el domicilio del padre del presidente, Ricardo García, para mostrar su malestar por el retraso en el pago de las nóminas. De momento, ocho jugadores ya han hecho las maletas y sólo quedan quince. El Jerez Industrial es colista en el Grupo IV de Segunda B.
Los socios del Jerez Industrial, que no es una sociedad anónima, han elevado una moción de censura a la Federación Andaluza, que debe autorizar la misma para poder desalojar a Ricardo García del cargo.