Arshavin: Amo al barça.

Como buen seguidor culé, el punta ruso, de 28 años, recuerda bien uno de los días más brillantes de la historia del club catalán: el 20 de mayo de 1992. Fecha en la que el equipo conquistó, por primera vez, la Copa de Europa, tras vencer en la final a la Sampdoria (1-0) en el estadio londinense de Wembley.

"Koeman marcó ese gol", rememora Arshavin en una entrevista al diario británico 'Daily Telegraph'. "Me gusta el Barcelona porque no importa quién es el entrenador o qué jugadores tiene: ellos siempre practican un fútbol ofensivo. Siempre", explica.

Y es esa filosofía la que hizo que, desde que era bien pequeño, en su Rusia natal, simpatizara con el conjunto azulgrana, ganara o perdiera: "Durante dos o tres años, el Barça no tuvo un buen período, perdiendo por 2-6 ó 7-4. ¡Eso me gustaba!. ¡Siempre atacaban!. Probablemente para los resultados eso es... pero para el fútbol es fantástico. Si eres una persona a la que te gusta el fútbol, amas al Barça", afirma.

Arshavin vibraba viendo en acción a las estrellas azulgranas: "Yo no tenía ídolos, no me arrodillaba ante nadie. Pero adoraba a Romário, Ronaldo y Stoichkov, futbolistas que jugaron en el Barcelona y que podían decidir un partido por sí solos. Simplemente, cogían el balón y corrían, como Ronaldo. Yo lo intento. Eso es lo que a los entrenadores les gusta de mí".

Como es natural, Arshavin también disfruta viendo al actual Barça de Pep Guardiola: "El Barcelona demuestra que puedes hacer un fútbol bonito y obtener resultados. Por supuesto, yo apoyé al Barça en la final de Champions ante el Manchester United", desvela.

Jugar en el Camp Nou, un sueño "complicado"

El delantero ruso se deja querer, aunque tira balones fuera cuando le preguntan si para él sería un sueño jugar en el Barça: "Es difícil. Llevo aquí -en el Arsenal- nueve meses. Y todavía no he hecho nada por el Arsenal. El fútbol aquí es perfecto. Es lo mejor", indica.

Arshavin reconoce que se siente muy a gusto trabajando a las órdenes de Arsène Wenger, y sintoniza con su apuesta de fútbol ofensivo y de toque, algo poco habitual en la Premier. Aunque también admite que el estilo de vida británico "es difícil para mí. Hay muchas normas que no entiendo. En Rusia, puedes romper las reglas", dice. Y pone como ejemplo el caso de los visados. Arshavin lamenta que en Inglaterra sólo los extiendan por períodos de tres meses, mientras que en su país suelen ser por un año.

Y también se queja de los impuestos. En su opinión, las grandes estrellas de la Premier 'emigrarán' tarde o temprano a la Liga española, ya que mientras en Inglaterra deben tributar un 50%, en España es un 27%. ¿Será también su caso en el futuro?...