Cuando Fabian Cancellara se baja de la bicicleta conserva la frescura de los principiantes y hace gala de una simpatía natural a la que podríamos encontrar origen genético en sus padres italianos, suponiendo, como sugieren nuestros prejuicios, que un italiano sea más simpático y un suizo más puntual.
Después de vencer en la crono y recuperar el liderato, Cancellara hizo gala del respeto que siente hacia las competiciones que disputa. Al igual que los tenistas que ganan un torneo siempre tienen palabras de agradecimiento hacia los patrocinadores, el campeón suizo no pierde la ocasión de valorar las carreras y a sus anfitriones. Y del mismo modo que durante el Tour dijo saborear cada día de amarillo, ayer aseguró que su triunfo contra el reloj (enésimo) era especial por haberlo logrado en Valencia, ciudad de la Fórmula 1 y hogar del Alinghi suizo. Así son los chicos majos.
Tal y como sospechábamos, la intriga de la contrarreloj comenzó a partir del segundo puesto. Y es que al margen del gran Cancellara se libró la primera batalla entre los favoritos. De momento, las conclusiones son pocas, pero la emoción máxima. Si atendemos a la general, hay siete candidatos en el intervalo de 45 segundos: Evans, Valverde, Danielson, Samuel, Vinokourov, Basso y Gesink. Todos, se intuye, con parecidas fuerzas y semejante interés.
Pero que nadie piense que la crono dejó bajas definitivas. Tondo, Mosquera y Andy Schleck, por citar tres coroneles, marchan a menos de dos minutos de ese primer grupo, con las opciones intactas y las cumbres en el horizonte.
En el balance general de la crono se puede afirmar que Samuel anduvo por encima de lo esperado (a 47 segundos del vencedor) y que Vinokourov (a 1:12) se encuentra mejor de lo que dice. Evans (a 1:02) y Valverde (a 1:05) cumplieron con el pronóstico, mientras Basso (a 1:43) estuvo algo más discreto.
Entre las sorpresas queda el fabuloso rendimiento del bilbaíno David Herrero (Xacobeo), un ciclista relevante (nueve victorias de profesional), pero al que nadie imaginaba por delante. También Jesús del Nero (Fuji), nacido en Chinchón y sin más triunfo que una etapa del Tour del Porvenir 2005, vivió su día de inspiración bajo la lluvia de Valencia.
Porque ayer jarreó. Y el agua deslució una etapa que hubiera sido hermosa en el puerto de Valencia y no tanto al contacto con la autovía, donde se planteó una curva de 180 grados, muy poco sutil.
Alerta.
No obstante, lo más alentador es que nadie se quedó fuera de concurso. Los Schleck continúan en posiciones de asalto, el joven Gesink parece concentrado, y hasta tapados como Fuglsang (Saxo Bank) o Marchante (Cervélo) permanecen al acecho.
Hoy despejaremos muchas incógnitas. A la dureza de la etapa (siete puertos antes de la subida final) se suman el cansancio de la temporada, los cambios de clima y el ajetreo de una Vuelta viajera. La esperanza es que el estímulo de una victoria parcial involucre en la general a quien pretendía evitarlo.
Se plantea una carrera de supervivencia y esta tarde empieza el baile. Gana quien resiste, como en la vida.
Basso "Perdí más de lo que pensaba"
He perdido más tiempo del que pensaba, pero no estoy preocupado. Mis sensaciones son buenas, pero no podía tomar riesgos con el piso tan peligroso. Con el tiempo he aprendido que las grandes vueltas se ganan con paciencia y hoy no era día para jugársela".
Mosquera "No es el pie, son las piernas"
El esguince no me ha molestado. La crono es mi punto flaco, no iban las piernas, pero estoy contento, porque mi lesión mejora. Samuel me alcanzó a mitad de recorrido y no me hundí porque Pino me dijo que Samu estaba marcando el mejor tiempo".
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