Robinho ya sabe cómo piensa el Bernabéu: no le quieren. Por la mañana, cuando se bajó del autocar que le llevó del estadio al hotel, había poco público en la puerta pero ya entonces pudo medir la temperatura ambiental que le esperaba por la noche: “¡Vete al Chelsea!”. El jugador, ausente y aislado por los cascos de un reproductor musical, entró raudo al hall con la bolsa hombro.
Por la noche, en el estadio. El público no estuvo tan suave y, aunque apenas asomó la cabeza fuera del banquillo, su presencia no pasó desapercibida. Pancartas y gritos en contra estaban en el menú del día. Pero el momento álgido estaba por llegar. Fue cuando se ofreció la alineación por la megafonía. El personal ya sospechaba que no iba a jugar porque no hizo el calentamiento con los titulares.
Eso no le sirvió para escaquearse porque el servicio de información del Real Madrid da el once titular y el banquillo. Así que cuando el locutor voceó el nombre de Robinho, el campo se vino abajo y se despejó cualquier duda: el público le ha tomado la matrícula y se le hará muy complicado seguir en el Real Madrid.
Fuente:Marca
PD:se lo a buscao el solito