El mejor escalador del mundo demostró que las cumbres le gustan. A Alberto Contador le bastó un ataque para dinamitar a los favoritos, ponerse a tiro del maillot amarillo y superar a Armstrong en la general por dos segundos.
Sólo le han faltado seis segundos para vestirse de amarillo. ¿Está decepcionado?
En absoluto. Siempre es bonito vestirse de amarillo pero el Tour de Francia es largo. Es mejor no ser el líder todavía, ya que así evitas al equipo coger demasiadas responsabilidades.
¿Le dije a Lance Armstrong que iba a atacar en la subida a Arcalís?
Hablé con él durante la carrera, pero en ese momento no se habla. A esa velocidad no hay tiempo para hablar. Pero no fue un ataque contra nadie porque corro por el bien del Astaná.
Este ataque suyo puede ser considerado como un golpe de mando. ¿Es usted el líder del Astaná por delante de Armstrong después de haberle adelantado en la clasificación general?
Esa pregunta ya me empieza a saturar, y que se hable sobre la jerarquía del Astaná. El líder lo decretará la carretera, la propia carrera.
De momento es Nocentini
Sabemos que el AG2R va a defender a muerte desde mañana este maillot lo que va a permitir relajarnos un poco. En general fue un buen día para el Astaná ya que además se notó que está muy fuerte porque controló en todo momento el ritmo del pelotón.
¿Por qué demarró?
Quería ver cómo estaban mis piernas y cómo reaccionaban los rivales. Tanto Evans como Andy Schleck apenas se habían movido. Todo el pelotón estuvo muy conservador. Al final les pude sacar un segunditos muy buenos, ya que ganar la etapa no era el objetivo que nos habíamos marcado. Esta ventaja es bienvenida. Fue imposible sacar más diferencia por culpa del viento que entraba de cara. Me lo puso más complicado. De todos modos, he salido muy beneficiado de la primera etapa de alta montaña. Ya tenía ganas de que llegara el terreno en el que me siento más cómodo. Los demás no atacaron porque no debían tenerlas todas consigo
¿Y usted cómo se encontró teniendo en cuenta que probaba por primera vez la montaña que tanto esperaba?
Muy a gusto, con buenas vibraciones. Es, además, un gusto subir entre tantos aficionados que te animan. Sé que si me sigo encontrando así, todo irá mejor. Pero no me puedo relajar porque las etapas que vienen son muy complicadas. No hemos hecho nada más que empezar los Pirineos, y los puertos de hoy, Envalira y Agnés, son bastante más duros que Arcalís.
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