Aterrizó en el aeropuerto de Badajoz, posiblemente el más pequeño en el que había estado nunca, y se puso a hacerle fotos. En seguida, José María Panadero, ex jugador y coordinador del III Campus José Manuel Calderón – Marca Extremadura, empezaba a recibir las primeras preguntas de la estrella: “¿Cuántos habitantes tiene esta ciudad? ¿Cuántos tiene Cáceres?”. Y, a los pocos kilómetros de camino en coche, Christopher Wesson Bosh, de profesión superestrella de la NBA y de sueldo, más o menos, el de Cristiano Ronaldo, escuchaba con atención que Mérida tiene un teatro romano digno de conocerse.
La estampa de Bosh por la parte antigua de Cáceres con una cámara de fotos, atento a todo lo que le inspiraba para hacer unas fotos bastante peculiares, era para verla. El jugador de Dallas, que llegó a Extremadura invitado por Calderón, viajó acompañado por su hermano Joel y su prima Adriane, con quienes comparte cierto afán por conocerlo todo. Desde cómo se gestó el traspaso de Cristiano Ronaldo (Calde les traducía las cifras a dólares para inenarrable sorpresa de los tres Bosh), hasta qué era la comida que tenían en el plato cada noche. “Cuando estuvimos en Madrid con los Raptors, fuimos a comer al Frontón todo el equipo, todos los americanos pedían que les pasasen la carne, hacían ascos al foie… menos él”, dice José Manuel Calderón.
Ni una mala cara en tres días
En los tres días que estuvo Chris Bosh en Cáceres, jamás puso una sola mala cara para nada. ¿Que había que estar media hora firmando a los niños? Con una sonrisa. ¿Que había que hacerse fotos? Lo mismo. Uno de los días, Calde preparó una rueda de prensa con los chavales: los chicos estuvieron preguntándole durante una barbaridad de tiempo y Chris respondió, bromeó con los chicos y hasta lo intentó en español. “Sabe muchas palabras. El tío se puso a aprender cuando le dije que se viniese”, dice Calde.
Enfrió su amistad con Ford por Calderón
La amistad de Bosh con su “amigo” (se dirige a José así, en castellano) es estrechísima. En una NBA que no fomenta el compañerismo, ellos han trabado una verdadera amistad. Tanto fue así, que Bosh, que era amigo casi desde la infancia de TJ Ford, enfrió mucho su relación —definiéndolo suavemente— con el base estadounidense cuando la famosa pelea por el puesto de titular.
“Yo ya conocía su casa y quería que conociese la mía”
No parece casual que sean así de amigos. Realmente, son tal para cuál. Dos antiestrellas que ganan, más o menos, como Kaká y Cristiano Ronaldo. Dos tíos que viven con los mismos valores, sólo que uno nació en Dallas y otro, en Villanueva de la Serena, y que la vida los juntó en Toronto. “Yo ya conocía su casa y quería que conociese la mía”, dice Calde sobre por qué Bosh estaba en Cáceres. “Venir aquí y conocer a su gente, lo amable que es todo el mundo, me ha hecho darme cuenta de por qué José es como es”, señalaba Bosh, un tipo que deja una huella inolvidable en Extremadura.
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