Rodri da al Sevilla una Copa que el Athletic creía suya

Los cachorros ya se imaginaban celebrando el título. Quedaban veinte segundos para un largo final porque el árbitro había ordenado cinco minutos de descuento. Veinte segundos para llegar al 95'. Los rojiblancos se relamían soñando con el disfrute de un título que parecía suyo hasta que apareció Rodri. El delantero del Sevilla venía de hacer un hat trick en la semifinal (el primero de la temporada) y guardó balas para la cita de Nerja. Balas de plata: marcó el empate cuando nadie creía en el Sevilla y puso por delante a su equipo al poco de comenzar la prórroga.

Decidió el poso y la experiencia de las que habló la víspera Bingen Fernández. El técnico de los rojiblancos comprobó de cerca lo hecho que está el Sevilla, que se vio muerto y resucitó con los goles de su mejor goleador. A partir de ahí el partido quedó en su terreno. Pero cometieron un desliz. Boris fue expulsado por pasarse de experiencia. Entonces se metió el Athletic en una infructuosa pelea por la gloria. Pesaron las piernas y las dificultades que pusieron los sevillistas. Con todo, el Athletic tuvo una ocasión de oro para haber llevado el choque con un claro no pitado en la última jugada del partido.

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