Cuenta la leyenda que un día Pau Gasol y Joan Montes conversaban. Pau era un junior con buena pinta, no se sabía si alero o pívot, pero no acababa de explotar. Lloraba el chaval espigado con pinta de empollón, porque creía que no iba ni para atrás ni para adelante. Montes le miró a los ojos y le dijo: “Chaval, tú vas a ser grande”. Han pasado poco más de 10 años y Pau es más grande de lo que nunca imaginó.
El anillo de Pau Gasol es suyo. Él se lo ha ganado, se lo ha trabajado, lo ha sudado. Él es el mejor jugador español de todos los tiempos y ha ganado el campeonato de la NBA, el verdadero Eldorado del baloncesto. Lo ha ganado con la camiseta de Hollywood, en la meca de los sueños, y en Orlando, donde la fantasía de Mickey Mouse lo inunda todo.
La victoria es de Pau, y se la merece. Pero lo es de todos los que abrieron camino para que llegase a ser quien es, de todos los que trabajaron con él y le hicieron mejor, y todos los que, desde Fernando Martín, abrieron el camino para que la NBA sea la Tierra Prometida y no una tierra extraña. Es el orgullo de todos los españoles. De los que queremos al baloncesto y soñamos con que un día esto ocurriera. Pau Gasol es campeón de la NBA y con él, todos lo somos un poco.
La bandera española
Ha conseguido ganar la NBA y lo ha hecho siendo un jugador decisivo. Pau no es uno más: es un elegido. No sólo si atendemos a la esfera nacional de sus logros, sino a lo universal. Gasol es una figura mundial del deporte, y tenemos la suerte de que sea compatriota nuestro.
Con una bandera española en la espalda, Gasol fue parte de la entrega de trofeos. Con esa bandera de España se puso en el centro del mundo, y nos puso a todos con él.
Pau, en un discreto segundo plano, departía, mientras se entregaba el trofeo, con Phil Jackson y con Bill Russell, que algo le decía, seguro que cosas bonitas, al catalán. Emocionado pero contenido, la cara de Gasol reflejaba la satisfacción de un tipo grande, inconmensurable, el que ha roto todas las barreras. El que ha hecho sus sueños y los nuestros una realidad que parece difícil de creer.
Por cierto, que hubo un quinto partido. Que ganaron los Lakers con facilidad y que Kobe Bryant fue el merecido MVP de las Finales. Que Gasol sumó 14 puntos, 15 rebotes y cuatro tapones. Como si a alguien le importara.
- Spoiler:
Marca.com