Con los armeros ya descendidos y los gerundenses salvados matemáticamente, el encuentro ha carecido de interés en unas gradas desangeladas.
El Eibar acumula ya 15 jornadas sin ganar y, aunque ha superado en juego al Girona, la misma inercia negativa de otras tardes le ha llevado a empatar en un encuentro intrascendente para los dos equipos.
Con los armeros ya descendidos y los gerundenses salvados matemáticamente, el encuentro ha carecido de interés en unas gradas desangeladas pero que, al menos, han podido observar el interés mostrado por el cuadro de Josu Uribe para al menos reencontrarse con el triunfo.
El Eibar ha sido mejor desde el principio y, tras un gol anulado por fuera de juego a Sutil (minuto 18), a renglón seguido el guardameta visitante Iván Gómez ha comenzado su espléndida actuación con una gran intervención a disparo desde fuera del área de Cases.
Un buen pase interior de este último a Beltrán pudo abrir la cuenta eibarresa, pero cuando el disparo del delantero local se dirigía al fondo de la red llegó Amantegi justo a tiempo de despejar el esférico desde la misma raya de gol.
La última oportunidad del primer tiempo también correspondió al anfitrión, pero después de controlar con el pecho y bajar luego el balón Asier Sánchez erró el remate.
El delantero canterano, en su debut con el primer equipo, recogió el premio a su buena actuación nada más reanudarse el encuentro, al aprovechar el segundo rechace de Iván Gómez tras los buenos disparos de Sutil y Beltrán.
El Girona, a verlas venir hasta entonces, apareció tímidamente en ataque con una falta lanzada por Cañas que puso en aprietos al guardameta Xabi Iruretagoiena.
Los catalanes necesitaron de muy poco para marcar, porque en su segunda aparición por el área guipuzcoana el incorporado Felipe se las arregló para salvar el marcaje y cruzar el balón con clase lejos del alcance de Xabi.
Corría el minuto 82 y, en el 83, un protestado penalti permitió de nuevo al Eibar tomar ventaja en el marcador, gracias a la materialización de Alaña, pero aún el Girona empató, a través de otro máximo castigo, también muy discutido, que Gerard convirtió en el definitivo 2-2.
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