Denis Menchov se llevó la segunda contrareloj del Giro de Italia y consiguió así vestirse de rosa. El ruso finalizó por delante de Leipheimer y terminó metiendo 1'54'' a un Danilo di Luca que se despide del liderado. Sastre perdió 2'18'' y Armstrong se dejó 2'26''.
La segunda contrarreloj planteaba una batalla que podía decidir medio Giro y aclarar quién es el más fuerte de la carrera. Y tras los durísimos 60 kilómetros queda claro que el Giro se lo van a jugar entre Menchov, Leipheimer y Di Luca. El Rabobank ha demostrado que en una crono tan dura es difícil batirle y sólo el mejor Leipheimer pudo acercarse algo al temible ruso.
El dominio de Menchov se cimentó gracias a unos fantásticos primeros kilómetros colosales. El ruso había metido 43 segundos a Di Luca en tan solo 18 kilómetros. El líder de la general se la jugó en el descenso del Passo del Bracco y consiguió mantener la diferencia con el ciclista de Rabobank. La batalla estaba centrado en ellos, pero muchos otros rivales pedían su cuota de protagonismo.
Complicado para Sastre
Basso y Sastre clavaban sus tiempos incapaces de acercarse a los astronómicos registros de los primeros. Por su parte Armstrong, cada vez más recuperado, daba la sensación de que se guarda algo para la batalla de julio.
El segundo puerto del día (Passo del Termine) fue el que dictaminó el cambio de mandato de este Giro. Menchov se dejó todo lo que tenía en busca de la maglia rosa, mientras que Di Luca perdió el ritmo y lo pagó muy caro. A falta de 15 kilómetros el ruso ya era líder virtual. Pero la exhibición aún no había finalizado.
Leipheimer, consciente de que se le iba el Giro, apretó los dientes y, gracias a unos últimos kilómetros grandiosos, logró quitar unos segunos a Menchov. El de Rabobak seguía a su ritmo con la mente ya de color rosa. Di Luca llegó a línea de meta en un meritorio sexto puesto, pero a 1'54'' del nuevo líder.
- Spoiler:
Marca.com
