El campeón inicia su andadura en Madrid con otra victoria.
«Es el número uno del mundo, pero no es para tanto», señaló en tono jocoso un espectador al abandonar la pista Manolo Santana, la central de la Caja Mágica, tras observar como una de las recogepelotas se desmayó durante el primer set del partido en el que el español Rafael Nadal venció al austríaco Jurgen Melzer por 6-3 y 6-1.
El comentario del aficionado se refería al malestar que sufrió Paula Núñez, una modelo que debutaba este año en el torneo y que en el quinto juego del partido se desplomó a consecuencia de una lipotimia. La modelo fue recogida por uno de los jueces de línea y tuvo que abandonar el estadio donde Nadal superó su primer partido en 61 minutos para colocarse en los octavos de final de este Masters 1000 en el que aspira a convertirse en el primer jugador en ganarlo dos veces.
Nadal tuvo poco trabajo para doblegar por segunda vez en su carrera a Melzer, de 27 años y 27 del mundo. El centroeuropeo salió convencido de que ganar al de Manacor era una tarea prácticamente imposible y para superar este designio se lanzó a un ataque desesperado. Su estrategia era que el español no entrara en juego y no pudiera mandar. Le salió a veces, pero tanto riesgo le terminó matando. Además su brazo tembló al saque y cometió cuatro dobles faltas, tres de ellas en el noveno juego del primer set.
Al final, Melzer acabó enredado en el juego de Nadal. «He jugado mejor que en el entrenamiento de ayer», dijo el número uno del mundo, que ya lleva 31 victorias seguidas sobre tierra.
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El Diario Montañes