España mece su estilo en Alemania

Cuando España se proyectaba al mundo como un país moderno capaz de organizar con éxito los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992, los 18 protagonistas del Europeo Sub-17 que comienza hoy en Alemania llegaban al mundo. Desde entonces, su vida ha estado enteramente dedicada a la mayor de sus aficiones: el fútbol. Un balón, unas botas, unos guantes, los mismos regalos con los que siempre han sido agraciados, toman ahora mayor trascendencia ante su primera toma de contacto con el más alto nivel al que pueda optar cualquier chico de su edad.

El listón parece elevado. Lo es. Pero el espejo es muy atractivo. La Selección defiende los títulos logrados en las dos últimas ediciones, la de 2007 con Bojan, Camacho, De Gea y compañía, y la de 2008, con Thiago Mazinho, Óscar Sielva y demás, promesas todas ellas que comienzan a ocupar páginas de periódicos de manera cada vez más habitual. Lo mismo hicieron años atrás Silva, Fernando Torres, Casillas y la inmensa mayoría de los integrantes de la Selección eurocampeona. Es por eso que cada torneo de estas características se utilice para amamantar desde la base ese estilo definido de toque y pase que ha hecho triunfar a España.

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