Joaquín Sánchez, futbolista del Valencia, ha asegurado hoy que el enfado tras ser sustituido ante el Sevilla el domingo fue consigo mismo por su bajo rendimiento en el partido y que no fue un desplante a su técnico, Unai Emery. El futbolista, quien en el partido contra el Sevilla le negó el saludo a su entrenador cuando éste lo sustituyó por Pablo Hernández en el minuto 51, ha insistido un día después que su reacción no fue "ni mucho menos, un desplante".
"El enfado fue conmigo porque ni me encontré ni estuve bien. Es un minuto en el que a nadie le gusta salir y eso me enfadó un poquito más", ha manifestado el jugador, quien ha recordado que en los tres años que lleva en Valencia le han cambiado "muchas veces y no ha habido problemas".
Joaquín ha asegurado que le hubiera gustado "tener mas minutos para intentar mejorar", aunque ha admitido que el cambio por Pablo fue "lógico". Ha declarado que se trató del "enfado normal" de un futbolista y ha explicado que decidió no quedarse en el banquillo y marcharse al vestuario "porque estaba encendido".
"Era un momento en el que estaba muy caliente y no tenía que haber hecho ese gesto. Fue el enfado lo que me hizo reaccionar así, pero eso no esta bien", ha concretado. El jugador ha comentado que cuando vio a Pablo calentar en la banda durante el primer tiempo fue consciente de que no estaba haciendo las cosas bien y de que probablemente sería sustituido, lo cual no fue una "motivación" para ayudarle a mejorar su juego.
"No es agradable. Yo intentaba pedirla y no esconderme, pero ayer no era mi día. Cuando vi a Pablo calentar en la primera parte me lo veía venir, de ahí que estuviera mas caliente", ha agregado. Además, Joaquín ha admitido hoy que no hizo un buen partido contra el Sevilla y que probablemente eso le haga perder la titularidad frente al Betis, aunque ha asegurado que eso no hace que se sienta suplente.
"Si me viera suplente no podría estar aquí ni jugar al fútbol. Mi idea cuando vengo a entrenar es disfrutar e intentar jugar todos los domingos. No voy a tirar la toalla", ha declarado el jugador, que reconoció que Pablo "está en gran momento y ayer hizo gran partido".
Por otra parte, el futbolista ha declarado que "conformarse" con el cuarto puesto de la tabla "podría ser peligroso", al tiempo que ha asegurado que el objetivo de la plantilla es alcanzar al tercer clasificado, el Sevilla, "lo antes posible". Joaquín ha opinado que el partido de Liga "más importante" de los dos que esta semana disputará su equipo es el del miércoles contra el Betis.
"Todos los que nos quedan son finales y contra el Betis va a ser complicado porque viene con la moral alta para intentar salir del descenso. En nuestra mente, nuestro objetivo es el Betis", ha concretado. El gaditano ha recordado que el equipo "nunca ha dudado" de su afición y ha opinado que, a pesar de las protestas del Sevilla sobre el arbitraje, el colegiado "no influyó" en el resultado.
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