¿Cómo llegó al Barcelona? ¿Qué le está aportando esta aventura?
Llegué a Guayaquil por la intermediación de Jokin Bárcena. Viajé para una primera toma de contacto, conocí a la gente del club, me ilusionó su proyecto y firmé por dos años. Esta etapa me sigue aportando experiencias positivas para concretar la manera más idónea de hacer las cosas.
¿Tiene que ver con su paso por Kobe y Monterrey o es otra historia?
La experiencia en Japón fue excelente en lo personal porque conocer el país, su cultura y sus gentes es especial. En lo deportivo no fue buena, pues era un club con muchas limitaciones y donde los chicos jóvenes jugaban mejor que las figuras contratadas, así que la contradicción estaba servida desde el inicio. En Monterrey lo pasé muy bien. Los dirigentes eran extraordinarios, con clase, modernos, honestos y confiaron plenamente en mis ideas. Pasamos de eludir el descenso a quedar líderes del torneo desarrollando un fútbol precioso, reduciendo el presupuesto a la mitad y haciendo debutar a jóvenes, algunos de los cuales lo hicieron también en la selección absoluta en tan sólo un año. En lo personal las cosas fueron muy agradables por el idioma y porque el carácter regiomontano es muy positivo. Aquella experiencia sí tiene parecido con esta de ahora y por eso vine: gran club, dirigentes jóvenes, honestos, modernos y un camino ilusionante por recorrer.
¿Qué es el Barcelona?
El club es una sociedad deportiva fundada por españoles catalanes que cuenta con una hinchada muy numerosa no sólo en Guayaquil, sino en todo Ecuador y fuera del país. En los partidos que jugamos de visitante hay tantos o más hinchas nuestros que de los equipos locales, es extraordinario. Hablamos de un club histórico, vivo, enraizado en la gente...
Están sextos en la tabla. ¿El lugar que les corresponde?
El equipo sufrió una reestructuración necesaria y empezó con desventaja en cuanto a la formación de la plantilla. Después de ganarle a Liga de Quito estamos ahí, sextos. El campeonato se juega aquí en diversas fases: quedan doce jornadas de la primera y, bueno, para resumírselo: sopesando nuestro retraso y las perspectivas de mejorar la plantilla confío que acabaremos siendo candidatos al título.
¿Qué sería de su Barcelona en nuestra Liga?
La ecuatoriana es muy intensa y competitiva, si bien el césped de las canchas no está a la altura del nivel del juego de jugadores y equipos. Es difícil comparar con la española, pero no desentonaríamos. El Liga de Quito, por ejemplo, que llegó a la final del Mundialito de Clubes con el Manchester, es un equipo muy completo, muy hecho. Se enfrentará al Madrid este verano en la Copa de la Paz y podrán comprobarlo.
¿Quién manda en el club?
El presidente Eduardo Maruri, un empresario publicista y deportista total. Fue diputado de la nación, cargo que dejó para dedicarse por completo al club. Su directiva la forman empresarios amigos suyos, con su mismo talante e idea de club. El presupuesto es de unos seis millones de dólares, la mitad que el año pasado. Una gran parte se emplea en liquidar deudas de diez años atrás y juicios pendientes, anteriores a su llegada.
¿Se sigue mucho nuestra Liga allí, de qué equipo extranjero es el ecuatoriano?
Hay dos canales internacionales que emiten los mejores partidos de Europa y Suramérica. Por aquí, además de las camisetas de este Barcelona se ven algunas del de allí, unas pocas más del Madrid y algunas otras de River, Boca, Manchester y Milán.
¿La Copa Libertadores y la Champions tienen mucho que ver, poco, nada?
Se asemejan en la forma de competir y en la audiencia, que es mucha. Se diferencian en la diversidad de estilos, de planteamientos, de canchas y alturas, y algo en el nivel, pero no exageradamente.
¿Veremos a Ecuador en el Mundial 2010?
Sí lo veremos porque es una selección muy buena. Tiene excelentes jugadores y un estilo muy bueno de juego.
¿Cómo explica usted el 6-1 de Bolivia a Argentina, puesto que Quito también está alto? ¿Tienen razón quienes claman contra la altura?
No vi el partido, pero sobre este asunto se ha hablado mucho y se seguirá hablando en cuanto se produzcan resultados como aquel. Lo sensato es jugar en La Paz o Quito en horas sin sol fuerte. Pero de vetarlas, ni hablar.
¿Cómo es un día suyo?
Vivo con mi mujer en un apartamento dentro del complejo del hotel Hilton de Guayaquil. Me levanto sobre las seis de la mañana, preparo el día y me marcho al entrenamiento sobre las siete para comenzarlo a las ocho. Después tengo reuniones con los estamentos del club, estoy entretenido.
¿Y la comida? ¿Y las costumbres?
La comida es excelente para mí que soy de comer de mar y de vegetales y frutas. Y por lo demás, ésta es una ciudad grande, diversa y habitada por gente que siente muy dentro el ser guayaquileña. Para un español no es complicado adaptarse a este modo de vida.
¿Hay futbolistas interesantes para nuestra Liga?
Si se les facilita la adaptación, seguro. Banguera, nuestro portero, el central Espinosa, el delantero Palacios... Como extranjero destacaría al argentino Manso, que me recuerda a nuestro David Silva, al colombiano Guerra, un Xabi en zurdo, y al brasileño Teixeira, un casi Fernando Torres.
¿Cuánto extranjero hay por equipo?
Se permiten cuatro en activo y un máximo de ocho licencias para todo el año. Puedes dar de baja a cuatro y contratar otros cuatro como máximo.
Jugador español no hay ninguno en Ecuador. Pero habrá gente que pasó por aquí.
Darío Insúa, que pasó por Las Palmas en los 80, dirige al Deportivo Quito. A Mario Jacquet, que jugó en Oviedo, Valladolid y Elche, acaban de despedirlo en el Macará. No se me ocurren otros.
Usted fue entrenador y mánager y ha vuelto al banquillo: ¿es dónde mejor se siente?
Desde que empecé en esta profesión casi siempre he desempeñado los dos cargos en uno; es lo idóneo. Es más: los tropezones los tuve cuando no pude confeccionar la plantilla según mi entender.
Parece que va a volver Florentino Pérez. Usted le trató. ¿Bendice su vuelta?
Nunca debió marcharse. Se hablará siempre y con todo merecimiento de Bernabéu, pero a él, por lo diferente de la sociedad actual, hay que situarlo a su nivel de importancia. Es extraordinario como dirigente y persona. No tengo claro que se vaya a presentar, pero si lo hace y gana, la experiencia le llevará a mantener distancia con los medios, los agentes, los jugadores...
¿Cómo vio el tránsito Schuster-Juande?
Se lo dije a Bernardo: la primera temporada es más fácil que la segunda; en esta, si la formación de la plantilla no la diriges tú, se acabó. Me pasó a mí, le pasó a él y le pasará a otros. Bernardo es más de tener un buen equipo y ponerlo a jugar; Juande da equilibrio, compensación y armonía posicional. En cristiano significa: los especialistas, en su sitio.
¿Le daría bola a Juande o traería a otro entrenador para el nuevo Madrid?
Le daría bola a Juande. Con buena plantilla es un seguro a todo riesgo.
¿Qué le falta y le sobra al Madrid para pisar fuerte en Europa y vérselas con este Barça, que a peor no es normal que vaya?
Nunca diré lo que le sobra porque todo el personal que trabaja allí me merece el máximo respeto. Sí creo que le falta un centro de defensa más rápido y más defensor, así como mejorar el uno contra uno en los laterales. También un medio centro más creativo y a la vez más poderoso en lo físico, un extremo tan desequilibrante como Robben y un potrero con cicatriz. ¡Ah! Y una mejor defensa en los saques de esquina y golpes francos laterales.
Potrero con cicatriz, Tévez.
¡Ja, ja! No sé... Es cosa suya.
Más nombres.
Todo lo que suena es bueno, claro. Creo que debo quitarme ya la ilusión de ver a Sergio Ramos de Pirri, eso sí me gusta comentarlo. Lo demás... La madurez de Xabi, la elegancia necesitada de un cambio de aires de Kaká, ese Cesc que brilla más a la contra que dominando, pero que podría adaptarse al juego con menos espacios, el goleador constante propio de la autoestima asturiana que es Villa... ¡Ah! Me sorprende que se relacione a Silva con la Juve, cuyo juego no es para un futbolista como él. Es raro que el Barcelona no lo quiera, le pega mucho más.
¿Y Cristiano? ¿Y Kaká?
Son excelentes los dos, quizá la personalidad de Kaká sea más acorde al estilo del Madrid. Pero ambos son jugadores para el Madrid, claro.
Como diría Núñez, a todos esos los ficha mi portera. Pero, ¿y la cantera del Madrid, qué es según su saber y entender?
Sobre la portera: es cierto, pero no es tan fácil acertar. Y respecto a la cantera, es una pena que el Madrid devore a sus hijos tan rápidamente. Michel era, y para mí sigue siendo, el director adecuado de esa parcela por encima de su agradable-incómoda personalidad porque tiene claro lo que necesita el joven para llegar al Madrid y porque, además, es honesto con el madridismo. No todos tienen sitio arriba, pero seguro que dos por año s de lo contrario no merece la pena tener ciudad deportiva. Hay que enseñarles, formales, no verles crecer con los mismos defectos año tras año.
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