Vuelve la Liga, vuelve el Atleti, vuelve el misterio. Le visita un Osasuna en zona de descenso, el Calderón estará a reventar pare celebrar el día del niño en plenas vacaciones escolares, Abel puede agradecerle a Maradona que evitara a Agüero la humillación y el cansancio del set en Bolivia y Forlán prolongó con Uruguay su tormenta goleadora. Todo pinta en rojiblanco para lograr una victoria indispensable para sus aspiraciones de Champions, pero...
Pero el Atleti de Abel se dejó en Mallorca gran parte del impulso cobrado ante Barça, Madrid y Villarreal. No sólo perdió, dio una imagen patética, de equipo desmotivado ante rivales de clase media e incapaz de crear peligro cuando el rival le entrega la posesión y espera. Justo lo que sucederá hoy ante un Osasuna cuya realidad futbolística es mejor que la que indican los puntos.
Camacho cogió al equipo hundido en la fosas de las Marianas y ahora ya lo tiene buceando en una piscina. Va hacia arriba y huele a salvación a base de orden, seriedad y una defensa notable, que sólo ha encajado cuatro goles en los nueve partidos que llevamos de la segunda vuelta. Le cuesta marcar, pero lo compensa con creces atrás. A Kun, Forlán, Simao y Sinama, que entra por el lesionado Maxi, les espera una tarde desapacible.
Talento.
Y no conviene llevarse a engaño: a Osasuna le falta gol, pero no juego. Su mediocampo, liderado por el estupendo Nekounam, tiene desborde en Juanfran y despliegue con llegada en Plasil. Mucho trabajo para Assunçao y Raúl García, que a menudo se encuentran peleando en inferioridad cuando sus extremos hacen más caso a su alma de delanteros que a sus obligaciones de centrocampistas.
Lo dicho, vuelve la Liga, vuelve el Atleti, vuelve el misterio. ¿Será el torbellino ofensivo del Villarreal o la banda que no tiró a puerta en el Ono Estadi? ¿Es Osasuna suficiente rival para que las estrellas locales vayan a tope desde el inicio? ¿Podrá su deslumbrante ataque con una defensa tan sólida? Dudas que se resolverán esta tarde. Camacho lo tiene más claro: la salvación para el que la trabaja. Y en ello está.
Camacho: una victoria como míster en el Calderón
A Camacho no le trae mucha suerte sentarse en el banquillo del Vicente Calderón. El entrenador del Osasuna ha visitado en cuatro ocasiones el estadio de la ribera del Manzanares y ha cosechado una victoria y tres derrotas. El de Cieza llegó al feudo rojiblanco por primera vez en la 1992-93 con el Rayo. Perdió 1-0. Con el Espanyol jugó en el Manzanares tres veces: en la 1994-95 (3-1), en la 1995-96 (2-1) y en la 1997-98 (0-2). La última fue su único triunfo como entrenador en el estadio Vicente Calderón.
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