La tormenta no amaina. La polémica de los difusores supuestamente ilegales en esta nueva temporada de Fórmula 1 lejos de disiparse se recrudece, sobre todo después del desenlace del primer gran premio del año. El doblete de Brawn GP en Australia ha escocido a sus rivales, en especial a las escuderías que aspiraban a esos puestos de cabeza que finalmente coparon Button y Barrichello.
El resto de los equipos se siente perjudicados por las lagunas que presenta el reglamento y que propician interpretaciones de principios básicos que no deberían consentirlos, habida cuenta de la enorme influencia que el difusor ha revelado en el rendimiento de los nuevos monoplazas, mucho más sencillos aerodinámicamente que los anteriores. Es por ello que Luca di Montezemolo, presidente de Ferrari y también de la FOTA (la asociación de equipos) ha querido hacer un llamamiento urgente a la FIA: "Espero claridad en el reglamento, no se puede empezar un campeonato con tantos interrogantes. Si estos difusores son reglamentarios, que lo digan cuanto antes y nos adaptaremos a ellos; si, por el contrario, no lo son, también debemos saberlo, porque no está bien que se interpreten las normas para crear una desigualdad de prestaciones".
En idénticos términos se expresa Norbert Haug, jefe de competición de Mercedes, proveedor de motores de McLaren pero también de Brawn GP: "Las controversias son tan antiguas como el deporte. Sin embargo, con unas normas claras estas dudas se minimizan. Lo venimos diciendo desde hace tiempo, las interpretaciones de las reglas son lo peor para buscar una reducción de los gastos. Está claro que hacer las cosas dos veces cuesta el doble". Y lamenta la provisionalidad de los resultados de Melbourne hasta el 14 de abril, cuando la FIA se pronuncie: "No es nada bueno para el espectáculo, todos queremos claridad absoluta".
Flavio Briatore se siente engañado por Brawn
Más contundente incluso se ha mostrado Flavio Briatore. El italiano acusa directamente a Ross Brawn de no haber actuado con honestidad como responsable técnico de la FOTA ante la FIA: "Desde hace dos meses se sabía que esto podía ocurrir. No me gusta nada que el responsable técnico de los equipos no lo haya explicado de inmediato. Si Brawn hubiera actuado correctamente, debería haberse reunido con nosotros para decirnos que había dos interpretaciones de la norma del difusor". El jefe de Alonso tiene claro cuál debe ser el papel del británico como su representante: "Cuando yo me reúno con la FIA o con Ecclestone lo hago en nombre de la FOTA, no de Renault. Por eso insisto en que no me gusta nada que nuestro representante no haya actuado con transparencia". La respuesta de Brawn a tales acusaciones también ha sido clara: "Briatore debe tener cuidado con lo que dice. Los comisarios ya han confirmado que no hay problema con los difusores".
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